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martes, 2 de junio de 2015

NARCOMAN

Por: Aldo Clark

@aldocorp


Esta es la historia de un sirviente de la justicia por la propia mano. Él nació el 8 de Marzo de 1970. Michoacán, su lugar de origen. Originario de tierra caliente, donde viven escorpiones, serpientes y otros animales venenosos, claro no como en el norte del país pero si de este tipo de tierras, de ahí puede venir su trascendencia.

La ciudad de Apatzingán, tierra de lucha, donde el cura y después general José María luchó contra el régimen ibérico y redactó su constitución, es donde se crió Nazario Moreno González, pero, quién es este señor, o quién fue.

Bien, aquí vamos: el tipo heredó esa sangre guerrera, religiosa e insurrecta que hizo presente desde su juventud. Con aires de grandeza y heroísmo se infiltró en organizaciones delictivas, empezó con los narcos, y de hecho no salió de eso el muchacho. Su maestro, Carlos Alberto Rosales, le enseñó a manejar el arma, disparar, huir como cobarde cuando la situación lo ameritara y cruzar la frontera sin más ni más.

Pero la preparación del joven continuó y su moral cambió sus planes, creó así, una organización ´justiciera´, “Sí, por qué no, el pinche gobierno mentecato, los pinches gringos encima de nosotros, además de la delincuencia que está cabrona en el país, alguien debe detenerlos” (posiblemente eso dijo, porque nadie lo grabó).

El chayo, como comenzaron a llamarle, formó un equipo metódicamente bien estructurado, es decir, una agrupación clandestina de fármacos ilegales.

Nazario adoctrinó (porque también hizo su constitución, biblia más que nada) a muchos jóvenes y a señores también (probablemente hayan sido sus compadres), debía de educarlos, hacerlos vivir y luchar por algo, por su causa, o como dicen en el fut, hacer que sintieran amor a la camiseta. Y lo hizo, al tipo lo tenían en un pedestal, los discípulos lo obedecían ciegamente bajo la regla de la justicia divina.

Pero su justicia no era como las de los superhéroes, sí con ideales de protección porque se jactaban de autodefinirse como aquellos que no mataban, ni robaban, ni secuestraban, que sólo lo hacían con quienes lo merecían.

A qué carambas, cómo definían a quien lo merecía, quién los hacía jueces. En fin, la familia que él formó era tan solidaria con papi Nazario que por eso el nombre del grupo fue “La Familia Michoacana”.

Religiosa, fraternal y disciplinadamente creían en el loco (El otro apodo de Naza), y operaron clandestinamente a favor de su justicia.

Pero, obviamente la Familia y su líder se tenían que ir ganando enemigos, otros narcos, la población y el Estado.

El loco y su familia eran blanco de muchos, y el gobierno planeaba disque eliminar a todos los narcos. Un día, el presidente Pipo mandó al ejército a la ciudad cuna de Nazario, pues su carnala le había dado el pitazo de la localización del narcotraficante.

Lo que sucedió la tarde del 8 de Diciembre de 2010 fue la batalla más sangrienta y relevante entre el ejército nacional y un comando del narcotráfico, en aquel sexenio.

Prapapapapapapapapapapapapapapapapapapapapaapapappapapapa (Qué efecto de sonido tan más real ¿no?, che onomatopeya tan más oportuna, qué teatro en casa ni que nada), Así sonaban los metrallazos y balazos por doquier. El enfrentamiento fue tan abismal que, como era de esperarse, tuvo bajas por ambos bandos y, lamentablemente, de civiles también (los que nada tienen que ver, siempre pagan, así es México).

Sin embargo, la baja más importante la tuvo La Familia Michoacana, su gran líder, fundador, papá y maestro había perecido en la batalla.

El camino de sicario, impredecible en cuanto a tiempo de vida, había concluido para Nazario, era el final.

La noticia viajó por el país ipso facto,  y aunque pareciera el fin de La Familia, que se disolvió mes y medio después del suceso, su legado continuó. Convirtieron en deidad a su líder y formaron una hermandad templaria para mantener su lucha contra el Estado y los otros narcotraficantes.

Pero luego resultó que no se había muerto, ya que el nuevo regidor nacional y su ejército, lo descubrieron y ahora sí lo mataron el 9 de marzo de 2014.

O sea, nada cambió, pues Quique, el nuevo presidente, terminó la tarea de Pipo; según, porque, tras haber acabado con Naza (por segunda vez), y con el último líder de esas sectas de los fármacos ilegales, un nuevo brote de violencia surgió en Jalisco.

En fin, esa fue, la historia de hoy.

miércoles, 8 de abril de 2015

Yo soy Ana

Por: Ana M.

Mi nombre es Ana M., tengo 25 años. En el 2013, concluí mis estudios como ingeniera en Negocios y Gestión Empresarial, cuento con un Título de TSU en Comercialización.

Me gusta leer, ver películas de ciencia ficción, cómicas y de terror (aunque me den miedo), me encanta jugar fútbol, beber café, dormir y comer mucho. Mis caricaturas favoritas son: Dragón Ball Z y Los Caballeros de Zodiaco.

Desde la preparatoria, cuando estaba irremediablemente enamorada de un joven llamado Mario, comencé a escribir, sí, lo acepto suena muy cursi, y no se burlen, porque seguramente muchos pasaron por esa etapa.  

Mi gusto por la escritura se derivó de algunos poemas que leía y dedicaba a ese gran amor; mis principales mentores fueron Mario Benedetti  y su participación en  “El lado oscuro del corazón”, Pablo Neruda con su poema número XX y el clásico, “Nocturno a Rosario” de Manuel Acuña; así, asigné un cuaderno especial para plasmar todo ese cúmulo de sentimientos y emociones que experimenta una adolescente de 16 años con su primer amor. Recuerdo que en mis tiempos libres, buscaba al profesor de Literatura, de nombre “Homero”, no como el de los Simpsons, sino como aquel poeta griego autor de la Ilíada y la odisea, él era un lunático enamorado de la vida y me apoyó con mis pinitos en esta área.

Años más tarde, apareció el amor no correspondido, y ese “dolor”, también me motivó a escribir, de él no mencionaré el nombre, aunque le agradezco, porque cambié por completo el sentido de mis pensamientos y palabras. Como el amor no debe ser adoptado únicamente como sentimiento sino como forma de vida, y comenzó mi proceso de maduración emocional, decidí guardar en lo más recóndito de mi habitación una caja (que aún conservo) con todas esas locuras de amor y desamor.

Posteriormente participé en simposios y certámenes de oratoria, expresando mi punto de vista referente a varias problemáticas de la sociedad mexicana.

Les cuento que aunque estudié negocios, y afortunadamente la vida me llevó por el camino del periodismo y la comunicación, justo el pretexto perfecto para retomar mi gusto por escribir. Tengo más de un año trabajando en la institución que me formó profesionalmente, y como ustedes supondrán, tuve que tomar algunos cursos de ortografía y redacción (porque cometía muchos errores), además inicié mi capacitación en el CETE de la SEP, como conductora y locutora.

Gracias a ese diplomado, conocí a muy buenos amigos, profesionistas y emprendedores, entre ellos, Aldo Clark, quién afortunadamente me invitó a formar parte de su equipo de trabajo en este blog. Y aquí estoy, escribiendo una presentación para sus preciados lectores, ¿por qué? simplemente por el gusto y la pasión de hacerlo.

Quiero compartir con ustedes mi punto de vista acerca de temáticas con relevancia actual, y también sobre utopías, sueños, anécdotas y lo que ustedes gusten, inclusive generar debates ¡eso sería genial!

Agradezco este espacio de libre expresión que fomenta la lectura. Gracias Aldo. 

martes, 31 de marzo de 2015

APANDO BREAK

Por: Aldo Clark

@aldocorp


El tema del escape es muy recurrente cuando se habla de las prisiones, principalmente en las películas, series de televisión o libros, sin embargo, esto ocurre con mayor frecuencia en las de origen anglosajón, pues en las variantes latinoamericanas se presenta otro fenómeno interesante.

Es curioso que se hable de la fuga de una cárcel en estos medios, pero lo más curioso es cuando se hacen analogías o metáforas con la vida misma. Sí, cuando la gente se pone hablar, ya sean los escritores, poetas o cantantes, sobre aquellas  situaciones de la vida o estados de ánimo en los que el hombre se siente aprisionado y busca ese escape de la celda que oprime o impide su felicidad.

Pero lo que quiero abordar aquí es un caso diferente, no extraño porque se da en la forma de hablar o de concebir a las penitenciarías en México y en América Latina. Aquí prácticamente no se busca huir de ese castigo, es como si el humano quisiera sentir el terror de una prisión real, o tal vez, cree que su vida es tan ruin y decepcionante que ni siquiera la experiencia de la cárcel lo lastimaría más que la vida misma, pero eso lo abordaré más adelante.

Primero veamos una breve síntesis de “El Apando”, una obra del, para y desde el presidio que sirve de base para explicar el fenómeno mexicano del penal. El libro de José Revueltas es una referencia tajante, pues en él se relata una historia de la violencia y tragedia que se vive en una correccional, las jerarquías; la participación de los monos, esos guardias que en su mayoría terminan siendo igual o más delincuentes que los que están encerrados; las celdas de castigo como la que le da nombre al texto de Revueltas, y a este ensayo claro; la prostitución, la drogadicción, la clandestinidad y todos esos aspectos que le dan a las prisiones mexicanas, no solo el carácter de infierno sino la imponente presea, de ser consideradas, las más peligrosas del mundo.

A pesar de eso, de esa peligrosidad y tenebrosa cotidianidad de los cerezos, existe un rasgo del libro, algo que tiene, no solo el pensamiento de los reos, sino la población que está afuera también, y de lo que hablo es de la conformidad y la actitud de mártir.

Esa actitud de vale madres de El Carajo (personaje principal de El Apando), de conformidad ante el castigo, de aparente indiferencia ante el sufrimiento, y la violencia que vive es tan representativa del preso mexicano como del ciudadano común, hablo obviamente de una generalidad (no digo que todos sean así, es que luego hay gente que se ofende porque cree que eso los incluye a todos). Esa actitud de mártir que asume la gente en la que acepta y permite que la dañe la oscuridad, y que niega o reclama por ésta, pero bien que le gusta estar sufriendo, le gusta estar sintiéndose mal para que haya alguien que llegue a reconfortarlo o consolarlo, para usarlo de pretexto e ir por las chelas, de excusa para faltar a los deberes, de inspiración para desahogarse de alguna forma.

Eso explica por qué el gusto por las telenovelas en nuestro país; por qué dominan las canciones (no importa el género) de dolidos, melancólicos o románticos obsesivos; por qué el futbol nacional es tan mediocre y aun así lo ven, bueno, lo vemos, y hablando de, qué curioso que hablemos de penales y la selección fracase en esa instancia en múltiples ocasiones. También se explicaría por qué hay tantas relaciones en donde, no importa cuántas veces se lastimen, se peleen, se engañen, siempre quieren volver por más.

¿Querrá decir esto que, una prisión podría representar mejor la cultura nacional que cualquier evento o tradición?, probablemente, re abordando a aquellos que vuelven y vuelven por más, son ejemplificados en las cárceles por los arraigados a los que les gusta renovar contrato, sí de esos que les dicen, “estás libre en un mes”, pero ya están tan familiarizados o conformes, o de plano ya les gustó sufrir, que, ocho semanas después de que cumplen su sentencia, ya están de regreso, aunque ya el recibimiento es diferente, no es la novatada que le aplican a los nuevos.

En fin, lo importante aquí sería buscar la causa, por qué a los encarcelados les gusta regresar o quieren quedar atrapados, o no les importa, bueno, algunos bien lo pueden hacer por necesidad, afuera no tienen cómo sostenerse y adentro tienen techo seguro, pero esto es muy engañoso porque estoy seguro que no siempre ni para todos es así.

Ahora bien, por qué  los que están afuera sienten que viven en un penal, que difícilmente pueden vivir, ya sea por razones económicas o anímicas, o incluso políticas. “Es por el sistema” dicen, si es así, por qué no luchan por liberarse, por qué se quedan como el reo, con indiferencia a lo que les suceda, les vale al final.

Es probable, que la respuesta se halle en la genética, hay estudios que dicen que el ADN también tiene memoria, y que conocimientos o inclusive recuerdos pueden pasar de generación en generación. ¿Será entonces que el mexicano tiene esa mentalidad desde que cayó en el yugo español hace siglos?

¡¡Por lo rayos del Necaxa!! Fue la única frase de exclamación que se me ocurrió decir, el equivalente a ¡Santos aprisionados Batman!, que Robin hubiera dicho al hombre murciélago.

Volviendo a lo que estábamos, esa puede ser la razón, la primera que se me viene a la mente, del por qué de la mentalidad del mexicano, e incluso del latinoamericano.

Para terminar, aquí la exhortación sería a buscar ese escape, no el de los reos reales, sino el que deben hacer los que están afuera, para liberarse de la opresión que ellos mismos se colocan, porque sería un crimen no intentarlo, o culpar a esos griegos que decían que el cuerpo es la prisión del alma y usar eso de pretexto para decir, “hasta filosóficamente, literal, estoy atrapado”.

Busquemos mejor, como el personaje  principal de la serie Prison Break (que recomiendo ampliamente ver), la fuga, la huida con intelecto o al menos, con corazón, y luego golpeemos a lo que nos oprime.


martes, 10 de marzo de 2015

El círculo del buen humor

Por: Aldo Clark

@aldocorp

El humor es algo que acompaña al ser humano de forma inherente, y particularmente el buen humor, me atrevo a decir que es una de las características que hacen del hombre lo que es.

No suena nada disparatado, sabemos que desde las escrituras antiguas, la humanidad se ha valido de la sátira, la comedia, la broma o lo que comúnmente conocemos como cotorreo para explicar algo, hacerlo ameno, para insultar, escapar o simplemente por gusto o por la personalidad de quien se cobija en el humor.

Lo conocemos de muchos tipos, como la broma, aquella en la que pretendemos quedar bien con alguien, haciendo quedar mal a otro; el chiste, es el cuento, adivinanza, verso o comentario que decimos para hacer reír a una o varias personas; la ironía, con la que buscamos ofender a algo o a alguien lo más discretamente posible, escondiendo la mofa dentro de las palabras; contrario al sarcasmo que es más descarado y se encarga de hacer saber al otro, que se están burlando de él; tenemos la sátira, aquella crítica argumentativa que sirve para bromear sobre algo utilizando incluso, los propios argumentos de ese objeto o sujeto para hacerlo quedar mal.

No importa la  forma en que aparezca, según Óscar de la Borbolla, no existe broma inocente, ¿será cierto?, inclusive el humor más blanco y sencillo puede ser capaz de lastimar a alguien, a su imagen o a su integridad moral.

Vamos a ver si es cierto. Primero veamos en un chistómetro, por llamarlo así, cada nivel de bromas, desde el más elevado, supongamos un albur, por ejemplo, uno simple como préstame atención o agárrame esta idea, o algo más vulgar, no mejor no, ahora queda claro que no es inocente; pasemos mejor a un término medio, un chiste:
El gerente entrevista a la secretaria recién contratada
– Dígame señorita, ¿cuáles son tus pretensiones de sueldo?
-          100, 000 pesos
-          Con placer, señorita
-          ¿Qué dice?, con placer serán 150, 000.
Los que entienden el enfoque de este chascarrillo obviamente se dan cuenta que no es nada inocente tampoco, pero ahora pasemos al término más blanco, más sencillo de las bromas, tiene que haber algo que no tenga una ofensa o algo.

Veamos algo como, “yo tenía un perro que se llamaba pegamento, se calló y se pegó”. Interesante, qué tiene de gracioso que un pobre perro se ponga en su madre, pero en su momento eso le causó gracia a muchos. O qué tal aquel que dice “Oye, tápate con la cobija de cuadritos, y cuadritos se quedó sin cobija”, por qué a la gente le parecería gracioso que una persona no tenga con qué taparse, aunque ahí la ofensa podría estar en lo absurdo del chiste.

Pero, tiene que haber algo que sea la excepción, qué tal el comentario que dice “si la alberca es Honda, ¿el océano es Chevrolet?”. La única ofensa que se me ocurre es que a las compañías de automóviles no les pareciera esta analogía, pero eso ya sería una ma…, bueno, ya sería exagerado.

En fin, en este sentido vemos que sí hay excepciones, que podrían confirmar la regla del señor de la Borbolla.

Y después de ese rollo, cuál es el propósito del humor, generalmente es causar risas, las risas son, en palabras nuevamente de Óscar, las que nos liberan del yugo de una autoridad. Son las que nos permiten tranquilizar el alma y desestrezarnos de lo negativo que encontremos en la vida, y es que reír hace que se mantenga un ambiente cálido, alegre, saludable, armonioso, ideal para inspirar.

Y ya que llegamos a la inspiración, veamos esa relación entre el humor y la inspiración, y las razones por las que surge ésta.

Como ya mencioné, el humor es una de ellas, con buen humor uno puede escribir maravillas, con mal humor, también, sin embargo el enfoque lo cambia todo, hace que algo cale hasta los huesos o duela hasta el arrepentimiento.

Otra cosa que inspira es la que se conoce como la fuerza más poderosa del mundo, mejor dicho, del universo: el amor, que de igual forma puede hacer que uno vuele, cante y cree, como puede causar catástrofes anímicas que también sean capaces de crear y sobre todo, desahogar.

La siguiente razón es la filosofía. Cuando uno filosofa y se pone a pensar, como desde tiempos remotos se ha hecho, en el por qué de las cosas, en el por qué de todo lo que tenemos alrededor, ya sea pensar en eso mientras se está sobrio o no, también inspira, y más cuando es algo que nos intriga.

La intriga regularmente conlleva a la locura, nos pone locos cuando estamos preocupados o a  la expectativa de algo, pero, qué es la locura, es aquella pizca de anormalidad con la que todos contamos, la que nos hace diferentes uno del otro, la que nos lleva a distintos puntos del libre albedrío. Es la que da originalidad y esencia personal a lo que hacemos, a los que somos.

Y esa locura es la que comúnmente define el ánimo de las personas, e incluso clasifica las personalidades, desde el demente, el loco normal, el revolucionario, el desadaptado, el que siempre está enojado, el que siempre está triste, el que siempre está callado, el que siempre está hablando, el que habla solo o el que está alegre (sí, también a los que siempre estamos contentos nos ven como locos, uno qué culpa tiene de ver la vida con buenos ojos, no como otros que tienen la cara como si les oliera a pedo la vida).

Y eso es lo que me hace regresarme al humor, al carismático, agradable y emotivo sentido cómico, al que nos da gracia, y precisamente con esto cierro: la gracia, el efecto y también la causa del buen humor, de la broma y demás, es etimológicamente, algo gratuito, sí, es gratis reírse, estar de buen humor y por lo tanto, inspirarse, amar, filosofar, alocarse. Y si todo esto es gratuito, ¡¿por qué diantres la gente se aflige tanto!?... Irónico, quizá.



martes, 6 de mayo de 2014

El tiempo pasa…

Por: Aldo Clark 

@aldocorp

La letra de una canción de Pablo Milanés dice que “el tiempo pasa y nos hacemos viejos”. Eso es algo muy veraz, y por supuesto, es algo de lo que tenemos certeza, pues, una de las pocas cosas de las que tenemos certidumbre total, es del ciclo de la vida. Pero aunque estamos seguros de que los seres vivos tenemos un periodo en el que nos deterioramos, sabemos que existen diferentes formas de perpetuar algunos lapsos del tiempo en que permanecemos en el universo.

Las maneras para hacer prevalecer nuestra existencia son los registros que hacemos de lo que realizamos, por ejemplo la escritura, la pintura, la escultura, la fotografía, la arquitectura y, por último, la expresión artística que me parece, es la más completa de todas: el cine.

El cine nos permite percibir que el tiempo pase, sin que pase. Suena raro pero creo que todo el mundo coincide y entiende esto. Mientras afuera el tiempo avanza sin detenerse, en el espacio cinematográfico se detiene cuantas veces queramos, o es representado en una escala diferente a la que presenciamos nosotros, pero es proporcional a periodos que tenemos establecidos socialmente; sin embargo, lo más destacado del tiempo en los filmes, es la capacidad para capturar una parte de la vida, de la cultura o de una sociedad determinada y perteneciente a un lapso de la historia específico.

Esta característica del cine para aprehender el tiempo e incluso resumirlo, lo convierte en el invento de registro histórico, cultural, social y de comunicación, más importante y completo que se haya inventado. Sobre todo para reproducir y almacenar una impresionante cantidad de sentimientos, estereotipos, actitudes, modos de convivencia, de organización y de producción.

Vamos a ejemplificar todo esto, usemos los mismos productos cinematográficos. Las películas Reconstrucción (Dir. Christoffer Boe, 2003), Una vida iluminada (Dir. Liev Schreiber, 2002) y Los amantes del círculo polar (Dir. Julio Medem, 1998) son idóneas para llevar a cabo un análisis hermenéutico, dedicado a la narratividad y obviamente, al tiempo.

Los tres filmes tienen elementos en común muy interesantes, esas características similares son: el manejo de los contextos social-culturales respectivos; la representación de los periodos a manera de capítulos, en la que cada episodio permite comprender los anteriores y asociarlos; la emulación del ciclo de la vida que cumplen sus personajes y la pasión con que viven éstos también; los desplazamientos geográficos que son presentados en pantalla, entre otras circunstancias.

En Los amantes del círculo polar,  la capitulación está muy marcada y personalizada, el tiempo está representado desde la perspectiva de los personajes principales Otto y Ana, y la visión de ambos.


La vida de Otto se centra en torno a la relación con su madre, a la manera en que conoce a Ana, cómo se enamora de ella y el modo en que pierde a ambas; Ana cuenta la pérdida de su padre, la negación por perderlo, su búsqueda por reencontrarlo, su sorpresiva necesidad de estar con Otto y el enamoramiento que se gesta hacia él; la perspectiva de ambos es la de buscarse para encontrarse de nuevo y consumar su amor. Los episodios se complementan entre sí para enlazar los pensamientos de los protagonistas.

En cuanto a la exposición de los aspectos social-culturales, lo interesante es la colocación de elementos como el mestizaje a través de la migración, ésta última como una característica común en los españoles, como un fenómeno de necesidad económica.

El cumplimiento del ciclo de la vida también es evidente en los amantes del círculo polar, pues en todos los personajes se ve ese transcurso biológico: el crecimiento de Otto y Ana desde la niñez hasta la adolescencia y la adultez temprana,  el de sus padres de la madurez a la senectud; pero también hay quienes concluyen el círculo de existencia, como el padre de Ana y la madre de Otto, o el mismo deceso de uno de los protagonistas.

Los desplazamientos son algo recurrentes en el film, pues los actores se encuentran en constante movimiento durante toda la película, de la escuela a casa, de casa a la escuela, del hogar de uno a la morada del otro, de un país a otro, y también a través de los continentes.

En Reconstrucción, los capítulos se presentan guiados por las localizaciones de los personajes, pero esa locación es la que permite entender cuándo se da un cambio de tiempo, espacio y personaje.  Aquí, la construcción y reconstrucción de la trama no está realizada en orden (a propósito, por supuesto), por lo que es obligado ver el film completo, además de que el rompecabezas expuesto se va resolviendo de una manera impresionante y apasionada.


Los aspectos culturales que se incluyen en esta película tienen que ver con lo efímero que es el amor, o que es considerado el amor en esta época posmoderna, sentimiento que se relaciona con las condiciones de vida de la sociedad actual, que se encuentra alienada, encapsulada en la necesidad de trabajar para vivir o trabajar para consumir.

Ahora, el curso biológico que efectúan los protagonistas de Reconstrucción  es más reducido, el tiempo que les compete es de un momento específico en sus vidas, en el que se encontraron; sin embargo, aunque su desarrollo físico-emocional en cuanto a su edad no cambia mucho, el transcurso que se da en su relación sí cumple un ciclo, desde su nacimiento hasta su derrumbe.

Por otro lado, los desplazamientos geográficos de esta película son igual de fugaces que los lapsos de tiempo ahí manejados, pero son más fluidos, hay viajes continuos que son los que enlazan un capítulo con otro, haciendo creer significativamente, que un episodio es un viaje y se transita hacia el siguiente.

Una vida iluminada luce una capitulación marcada también, pero más ordenada cronológicamente, y mejor detallada gracias a esa forma de establecer el tiempo, ya que cada episodio enriquece al anterior y a la trama en general, lo que facilita su entendimiento. Aquí cada apartado cuenta con un título, un tema en torno al cual gira, lo que permite que haya descansos y diferentes circunstancias que admirar, sin que se pierda el hilo de la historia.


El contexto cultural también es más complejo con respecto a las otras dos películas, los elementos empleados son múltiples y muy interesantes, como la migración, la religión, la política, la economía, la tradición, el lenguaje, y un suceso histórico que las une y mantiene enlazadas a través del tiempo.

El transcurso de la vida reproducido en Una vida iluminada se encuentra manifestado de dos maneras, implícita y explícitamente: La primera no muestra a los individuos en su desarrollo, sin embargo los diálogos y objetos coleccionados hacen ver entre líneas cómo los personajes efectivamente tuvieron un proceso biológico natural; el segundo es mostrado de forma gráfica a través de los recuerdos y los accesorios como las fotografías.

De igual forma, existe una tercera representación del periodo orgánico de los personajes, que es el circuito que completan dos de los intérpretes del film, uno de forma natural y el otro a través de la inducción de su partida.

En cuanto al movimiento físico o geográfico de los protagonistas, éste se da de manera no solamente continua, sino que prácticamente es un tema de la historia, porque la película es un viaje, todo se explica a través del recorrido del personaje principal y sus acompañantes, en el que se aclaran los otros elementos de tiempo, cultura, imagen, etc.

Como pueden ver hay una relación de similitudes en las tres producciones de cine, las diferencias radican en las temáticas y los elementos que las acompañan, además de los países en los que se lleva a cabo el argumento.

Si vemos bien, podemos darnos cuenta de que el tiempo está presente en todos los elementos abordados en esos filmes, pero además se resuelve el planteamiento que abordé al principio, la captura y representación de las épocas, periodos, estaciones y lapsos de tiempo del universo, del planeta y de los individuos (tanto del espacio cinematográfico, como del real).


lunes, 21 de abril de 2014

Sobre la autorrealización

Por: Degel Mart

En el libro Laberinto de la soledad, Octavio Paz nos presenta una descripción nítida sobre la percepción del mexicano; en el capítulo, “Máscaras mexicanas” nos comparte que “el mexicano se aparece como un ser que se encierra y se preserva… en suma, entre la realidad y su persona establece una muralla…el mexicano siempre está lejos, lejos del mundo y de los demás. Lejos, también, de sí mismo”.

Sobre esta misma línea el psicoanalista, psicólogo social y filósofo humanista Erick Fromm en Ética y Psicoanálisis menciona un aspecto sobre los tipos de carácter, en donde explica en su análisis las diferencias entre las orientaciones improductivas y las productivas; es precisamente la orientación receptiva la que es de prioridad mencionar en este ensayo.

En la orientación receptiva, la persona siente que “la fuente de todo bien” se halla en el exterior y cree que la única manera de lograr lo que desea  -ya sea algo material, sea afecto, amor, conocimiento o placer- es recibiéndolo de esa fuente externa.

¿Será que la mayoría de nosotros buscamos una fuente externa para nuestro bienestar interior?
¿El mexicano será tan alejado que se ha olvidado hasta de sí mismo?

 Precisamente este tema entra en las necesidades del  ser humano para su propia autorrealización, la búsqueda de sentido y de pertenencia. Hay un aspecto importante que analiza el psicólogo estadounidense Abraham Maslow en su pirámide, respectivamente en el último escalón de ella, en la que refiere a la necesidad de autorrealización. 



A continuación se describen las características de las personas autorrealizadas a partir del análisis de la autorrealización que menciona Maslow:

-        Percepción más eficiente de la realidad. Las personas autorrealizadas tienen más facilidad para detectar la falsedad, no sólo en las personas sino también en la literatura, en el arte y la música.

-        Aceptación de sí mismos, de los demás y de la naturaleza. Estas personas tienen un buen apetito para la comida, les gusta dormir y el sexo; no son demasiado críticos con sus propios defectos y no están agobiados por una excesiva ansiedad y vergüenza. Aceptan a los demás y no se sienten amenazados por sus virtudes. Aceptan la naturaleza incluida la humana tal como es y no esperan la perfección en sí mismos ni en los demás. Son conscientes que las personas sufren, envejecen y mueren.

-        Espontaneidad, sencillez y naturalidad. Las personas así, por lo general llevan una vida sencilla, en el sentido de que no tienen necesidad de crear una fachada para engañar al mundo. No tienen presiones, miedos o vergüenza de expresar su alegría, turbación, euforia, pena, enfado o alguna otra emoción profunda.

-        Interés por los problemas más allá de sí mismos. Las personas no autorrealizadas son egoístas y tienden a considerar todos los problemas del mundo en relación consigo mismas. Las personas autorrealizadas adoptan un enfoque orientado a cumplir objetivos y se interesan por los problemas más allá de sí mismos. Su percepción realista les permite distinguir claramente las cuestiones de la vida que tienen importancia de las que no la tienen.

-        Necesidad de intimidad. Las personas autorrealizadas tienen una capacidad para distanciarse de los demás que les permite estar solos sin sentir soledad. Se encuentran a gusto tanto en presencia de otras personas como solos.

Como ya han satisfecho sus necesidades de amor y pertenencia no sienten una necesidad desesperada de estar rodeados de otras personas pudiendo disfrutar de su soledad e intimidad.

-        Las personas autorrealizadas pueden considerarse distantes o indiferentes pero su falta de interés se limita en las cuestiones secundarias, tienen un interés general en el bienestar de los demás y no se entretienen en problemas insignificantes. Como gastan poca energía intentando impresionar a los demás o esforzándose por conseguir amor y aceptación tienen más capacidad para tomar decisiones responsables. Se valen por sí mismos y se niegan a observar las convenciones que la sociedad intenta imponerles.

-        En el aspecto de autonomía, las personas autorrealizadas son autónomas y dependen de sí mismas para su crecimiento aunque, en algunos momentos del pasado necesitaron amor y seguridad de los demás. Nadie nace siendo autónomo. Apreciación permanente de las cosas buenas de la vida. Las personas autorrealizadas tienen admirable capacidad de apreciar una y otra vez de manera natural e ingenua las cosas buenas de la vida mostrando admiración, placer, asombro e incluso éxtasis.

Podemos aprender, con lo antes mencionado, que para lograrlo es necesario vivir la experiencia de conocernos a nosotros mismos. Es importante ser conscientes y congruentes con nuestros actos, volvernos autorresponsables de las circunstancias que nos atañen día a día en nuestras vidas y tomar la iniciativa de compartir con el resto de la sociedad; no podemos desvincularnos de los demás puesto que somos seres sociales, en ese sentido quiere decir que en la medida en que me haga cargo de mi autorrealización el mundo será diferente enriqueciéndose la realidad de diferentes perspectivas de cada uno de nosotros.



jueves, 13 de marzo de 2014

Una historia de liberación

Por: Degel Mart

Con una reflexión sobre la educación puesta en hechos, la película “Freedom Writers” (Escritores de la Libertad) nos muestra un cambio de pensamiento a pesar de la adversidad, el odio y la indiferencia. Todos tenemos algo que decir, probablemente una historia completa.

1.- ¿Qué me dice?

La película refleja la problemática de la docencia especifica de un tiempo y un lugar, en este caso el de un grupo de estudiantes difíciles de tratar y que son vistos como jóvenes que no tienen solución.
Me pareció que logra centrar la atención, sobre todo en las dinámicas y estrategias que la maestra aplicó para lidiar con los estudiantes. Logró poder tener contacto e identificación con sus alumnos.

En la película, nos presentan la historia de vida que se fue construyendo en cada uno de los estudiantes.
Creo que la película logra proyectar la importancia y la verdadera esencia de la profesión de ser maestro. Ser un guía pero también un compañero que no sólo te muestra todo lo que sabe, sino también aquella persona que hace descubrir todas las cualidades que posee un alumno, no sólo en el ámbito académico sino también en el personal.

2.- Características de los profesores y estudiantes que se observan en la película

Tener una vida en medio de la traición, la drogadicción, la muerte y una guerra constante de pertenencia, en este caso de una banda, no es sencillo. Estos jóvenes-estudiantes necesitaban un espacio de escape, de identificación consigo mismos y con su contexto. Era normal que actuaran de esa manera, que tomaran una actitud de rechazo hacia todo aquello que se les estaba imponiendo, un rechazo a la sociedad y a la vida. Los caracteriza por ser jóvenes rebeldes que no quieren más que hacer lo que ellos quieren y estar en contra de todo y de todos.

 Los propios profesores de la escuela lo aceptaban y conocen la situación pero mostraban un completo desinterés por ellos. En ese sistema educativo era común que se suscitaran conflictos entre bandos porque cuando ya no hay más que decir aparece el instinto. Por un lado el perfil de los propios profesores, siendo éste de total rechazo a los jóvenes;  y por otro lado el perfil de los estudiantes que no tenían ni siquiera idea de lo que se estaban haciendo a ellos mismos. Eso, a mi parecer crea una atmósfera de incomprensión, que a su vez,  genera distancia en el proceso educativo, algo que va totalmente en contra de lo que es realmente la educación.

La nueva maestra llega con una visión diferente con respecto a la enseñanza. Trata de ver todas las posibilidades y caminos que tiene para poder hacer que sus alumnos aprendan.  Ella, sabe muy bien qué es lo que quiere para su vida profesional y se entrega totalmente a eso; fue un proceso que llevó su tiempo y dedicación. Dentro de ese proceso sus alumnos se identificaron, lograron percibir lo que la maestra estaba haciendo por ellos, es decir, los estaba comprendiendo.

Todo esto llevo a que la maestra representara una figura importante en sus vidas y ellos mismos apreciaron todo su trabajo. Creo que pasó a ser de un ámbito académico hostil a un ambiente familiar de aprendizaje, construyeron  un vínculo armonioso entre sus compañeros y la maestra, conformaron el grupo que los identificaría, el del 203.

Algo peculiar que hay que destacar y que creo es el inicio de esa relación que construyeron los alumnos con su maestra fue ese diario que comenzaron a escribir cada uno. Era un espacio donde podían expresarse libremente que representó el escape a todas sus ideas y conflictos que habían construido a lo largo de su  vida.

Fue un vínculo impresionante el que creó la maestra con sus alumnos, se entregó totalmente a ellos y a su profesión, al grado que afectó su vida personal.

3.- ¿Cómo es un profesor y cómo son los estudiantes con base en la película y en mi experiencia cómo deberían ser?

En la película nos muestran una imagen del profesor tradicional que no tiene interés por conocer más allá de sus alumnos sino hasta el aspecto de impartir su clase y nada más. Como bien lo explican, la vida propia o personal de los estudiantes es otro aspecto que se arregla fuera del aula de clase. Y es ahí un aspecto indiferente que los propios maestros crean al no importarles lo que ocurra en sus vidas fuera de la escuela.

Los estudiantes son jóvenes, es decir, personas que están en un proceso de adaptación y de desarrollo que tienen que vivir. Se encuentran en una etapa de cambios que están fuera de su control; cambios biológicos y sociales que alteran. Son personas inquietas, despiertas y curiosas por comprender todo aquello que les pasa. Necesitan sentirse comprendidos e identificados con algo o alguien. No es que no les importe lo que acontece, lo que ocurre con ellos es que son individuos alterados e inestables por su contexto.

He conocido maestros con características similares a la de la maestra, es decir, con interés en conocernos y de ayudarnos en nuestras dificultades pero también he conocido maestros que no ven más allá que el transmitir o mostrar el conocimiento que poseen. He llevado a cabo una reflexión al respecto y también una comparación en la que puedo afirmar que muchos podemos llegar a saber y conocer pero no todos logran enseñar, es decir, no todos los maestros que se declaran maestros son necesariamente maestros.

En el diccionario aparece el término de profesor  como aquella persona que ejerce o enseña una ciencia o arte; y el término de enseñar aparece como dar advertencia, consejo, ejemplo o escarmiento que sirva de experiencia para lo sucesivo. Creo que esta terminología nos dejaría en una postura tradicional para ver cómo debería de ser un profesor.

Creo que un profesor tiene que ser como una figura significativa y representativa en donde el alumno se sienta identificado. Que se rompa ese escalón de superioridad que el propio sistema crea en lo social, creo que eso genera una desvalorización que se crea el propio alumno consigo mismo y hace que existan una serie de factores que afectan en gran medida su aprendizaje, al igual que el vínculo necesario en la  relación alumno-profesor para que pueda existir la enseñanza.

4.- ¿Cómo se da esta dinámica de enseñanza-aprendizaje en el salón de clases?

Se da mediante un proceso de desarrollo de habilidades individuales que se conjuntan en cooperación colectiva, en este caso, grupales. Es un proceso paulatino en donde intervienen factores personales y sociales. Por un lado la figura que conforma el profesor y por otro lado la de los estudiantes donde en conjunto llevan a cabo una formación bidireccional donde no solamente el maestro aprende de sus alumnos sino también el profesor aprende de ellos, es decir, en conjunto tienden a buscar un desarrollo integral de las facultades de ambas partes. Es importante que los integrantes estén conscientes del papel que llevan a cabo en esta dinámica y que se involucren con cooperación y aportación de nuevas ideas.

5.- ¿Qué es aprender?

Conlleva la adquisición de conocimientos o habilidades que genera un cambio en el comportamiento. Estos conocimientos son adquiridos por medio de la experiencia a través de diversos métodos y técnicas como el estudio, la instrucción, la observación y la práctica.

6.- ¿Qué es enseñar?

Es instruir dando advertencia, consejo, ejemplo o escarmiento que sirva de experiencia para lo sucesivo.  Es la transmisión de conocimientos por medio del sistema de la enseñanza.

7.- “El estudio no se mide por el número de páginas leídas en una noche, ni por la cantidad de libros leídos en un semestre. Estudiar no es un acto de consumir ideas, sino de crearlas y recrearlas.” (Paulo Freire)

En mi experiencia como estudiante he percibido que se mide la calidad o el rendimiento del alumno por la cifra de libros que es capaz de leer o la cantidad de páginas que leemos de un día para otro, de alguna manera, culturalmente se nos impone así. Creo que el aprendizaje no puede concebirse como un sistema de consumo de información masiva. La educación es un proceso paulatino y constante de adquisición y aportación de conocimientos y habilidades, por medio de los cuales el ser humano puede desarrollarse en sus facultades de asimilación y construcción de ideas; dando como resultado su manifestación en la transformación de realidades y del mundo. 


viernes, 24 de enero de 2014

La intimidad como estereotipo

Por: Aldo Clark

@aldocorp


A menudo me he cuestionado si acaso la gente se da cuenta que toda la humanidad tiene una doble vida, pues hay quienes critican a los bipolares o a los infieles (sin justificarlos claro) y no se dan cuenta (o no quieren darse cuenta, o se les olvida) que cada persona  tiene más de una personalidad y formas de llevar su vida. A esas dobles o triples maneras de ser, las conocemos como estereotipos.

Los estereotipos son las formas de ser de una persona frente a diferentes circunstancias, ambientes o colectivos sociales, y es evidente que cualquier  individuo maneja más de un estereotipo: el que manejan frente a su familia, el que usan con su pareja, con los amigos, con compañeros o con uno mismo.

A qué voy con todo esto, pues a indagar el origen de la personalidad o mejor dicho, la raíz de los estereotipos de cada ser humano, ese umbral es el de la introspección personal humana,  me refiero a la relación que un individuo guarda para sí mismo o en secreto con poca gente que es cercana emocionalmente a él, esa característica o actividad es la intimidad.

La intimidad es aquella faceta del ser humano que vive en secreto, oculta del mundo exterior,  lo que guarda para sí mismo, como ya había dicho. La razón por la que se mantiene escondida es por miedo a la represalia de la sociedad, sea moral o modélica, es el escape que uno tiene de la colectividad humana, el único lugar donde puede hacer lo que no puede afuera.

Lo que se guarda en la intimidad es difícilmente calculable, puedo nombrar muchas cosas pero quizá no termine y probablemente nadie pueda, porque cada quien guarda ahí lo que considera prohibido, a veces pueden llegar a ser cosas absurdas.

He aquí algunas de ellas, por ejemplo:

Las relaciones personales tienen un tinte íntimo pues hay cosas que no se revelan a todos; las relaciones sexuales, por la cultura que tenemos, siempre se mantienen fuera de la luz; hay situaciones de trabajo como el laborar en un lugar indebido o en un trabajo donde intervienen personas poco agradables para el mundo; o la infidelidad, se mantiene en secreto para evitar lastimar o perder a la pareja, etcétera.

Sin embargo, las situaciones interpersonales no son lo que más se encajona en la intimidad sino los hábitos o necesidades (físicas, psicológicas o sociales) propias de un ser humano en particular, todas ellas se van acumulando y cuando se enlazan con las acciones empíricas forman poco a poco el carácter de la persona, son las que definen la forma de ser de cada individuo.

Para ejemplificar toda la parafernalia que me acabo de chutar, me basaré en la película Intimidad (Dir. Patrice Chéreau, 2001) que trata de un hombre que guarda una relación casual-sexual con una mujer desconocida, los encuentros se limitan al sexo y se mantienen en la clandestinidad, así que una vez que intentan salir de lo recóndito, se encuentran con un mar de problemas.

Usaré la película para ir aclarando y comparando todos esos clichés que existen acerca de la intimidad.

El estereotipo de intimidad que el hombre juega en sus relaciones personales consiste en mantener en secreto las cuestiones de la vida personal, sentimientos,  deseos, conflictos familiares o existenciales, con una o en ocasiones varias personas, siempre y cuando se mantenga la información dentro de una elite de personajes. Como en la película Intimidad, el protagonista Jay intima secretos con Ian, su empleado a quien le cuenta sobre su relación con las mujeres; con su amigo Víctor comparte parrandas etílicas y sexuales (no precisamente entre ellos); mientras que con Clara se la pasa teniendo sexo a domicilio una vez por semana.

Hablando de relaciones sexuales, éstas son un acto que siempre estará a la sombra de la luz pública, aunque el concepto ya se maneje a los cuatro vientos, cuando se trata de llevar a cabo la copulación, siempre se mantiene en secreto o se asoma brevemente mediante las relaciones interpersonales orales mejor conocidas como chismeo, por ejemplo en el film que ya mencioné, el sexo por semana que tienen Jay y Clara se mantiene como algo exclusivo, solo entre ellos, y sólo llega a saberse cuando el protagonista habla al respecto con Ian, eso sí, manteniendo en la confidencialidad el nombre de la chica; mientras tanto Clara, nunca revela a nadie, ni a su marido, lo que hace con su amante sexual con quien comparte exclusivamente ese momento de su vida.

Si nos vamos a la intimidad laboral, siempre aparece más de un estereotipo, pues la cantidad de gente con la que uno se involucra es grande y cada una es diferente. En la película hay varios ejemplos: Jay tiene un bar y fraterniza con Ian, tiene una relación con sus socios dueños del establecimiento y otra con algunos comensales recurrentes de su negocio; Clara es maestra de teatro y actriz, tiene un acercamiento personal con algunos de sus alumnos y otra con sus colegas.

Ahora vayamos al núcleo de la sociedad, la institución más importante de ella: la familia, de donde nos podemos agarrar para darnos cuenta de que efectivamente, todo ser humano consta de un estereotipo de la intimidad.

Y es que la familia es el lugar común para darnos cuenta de todo esto: No es lo mismo los secretos personales, a los secretos entre hermanos, con los padres o la información familiar que sólo se debe de quedar entre los miembros de ella. Por ejemplo Jay tiene ex esposa e hijos con los que se llega a comunicar y eso es algo que pocos saben de él; en el caso de Ian, pocos saben que es gay; Clara vive aparentemente de forma armoniosa con su familia, quienes no saben de la existencia de Jay y éste tampoco sabe de la situación conyugal de su amante.

Ahora pasemos a las razones por las cuales los humanos tienen este estereotipo, las razones del porqué hay información que el ser humano siempre esconde. Bien, he aquí todo lo que el hombre esconde y por qué:

La humanidad oculta recuerdos, algunos vergonzosos, otros culposos y unos más por miedo; esconde preferencias por personas, por alimentos, por organizaciones, por actividades; confidencia la infidelidad y los actos amorosos propios o impropios, incluso también a los amantes o al sentimiento de atracción por ellos; clandestina los sueños y las pasiones, esos deseos de ser o de alcanzar algo; encubre el sufrimiento y el dolor, que por excelencia es lo que más se tapa en la intimidad; cela los hábitos y los vicios; pero a final de cuentas todo eso se cubre por miedo, miedo que es generado por la sociedad y la cultura ética con la que está regida la población, esos estigmas morales y sociales definen el miedo y por ende, lo que se reservará un sujeto para sí mismo.

Vamos a aclararlo todo con la película. Jay no comparte con nadie sus recuerdos acerca de su familia, no oculta su existencia pero lo que vivió con ellos, se queda con ellos; Ian esconde sus preferencias sexuales ante la comunidad, excepto con su empleador y su casero; Clara confidencia su infidelidad, el mundo ignora su actividad sexual moralmente indebida; y todos ellos encubren su dolor, Jay no da a conocer que se muere por su soledad, Clara no soporta ver frustrado su sueño histriónico, Víctor se oculta a través del alcohol, y Andy, el esposo de Clara, refugia su dolor mediante su trabajo y los juegos de billar.

Pasemos ahora a los lugares comunes donde se mantiene encerrado el circuito de la intimidad, en donde se comparten los secretos.

La gente confía cuando está en lugares de confort, por ejemplo dentro de una casa, es el lugar donde la familia acuerda sus normas y habla de sus inquietudes; por otro lado un café es donde dos amigos o dos desconocidos aprueban conocerse, entrevistarse y/o ceder sentimentalmente; mientras el billar, es una zona cómoda porque representa un desahogo, mientras uno tira (me refiero a la acción de golpear con el taco las bolas del juego) el otro puede conversar, permitiendo hacer ambas cosas, como en la película, Andy y Jay se abren emocionalmente y comparten sus historias para irse dando a conocer el uno al otro (aunque Jay lo hace con más intensidad), además este deporte despierta el sentimiento de compañerismo, desde el particular punto de vista de un servidor.

Otros dos lugares que amplifican la confianza son las fiestas y los bares, en ambos se llegará a la fase del consumo de etanol, y como bien lo dicen por ahí, el alcohol siempre es bueno para cerrar tratos, y bien se ejemplifica en Intimidad donde Jay confía en Ian o en sus socios dentro de su bar; mientras que en las fiestas Víctor comparte con el protagonista el acercamiento con las drogas y con encuentros sexuales oportunos (o al menos en su momento, oportunos).

Por último chequemos que pasa si el miedo se convierte en realidad, es decir, si lo íntimo es descubierto. En el film, Jay quiere salir de la intimidad, de la relación secreta entre él y Clara, así que la busca e investiga sobre su vida, la comienza a conocer sin conocerla, la mira desde los ojos de los demás y particularmente desde la perspectiva de alguien muy cercano a ella, lo que generará el caos en su relación con ella.

Jay conoce a Andy, se entera que es el esposo de Clara y su mundo se derrumba, el secreto ha sido roto y lo que viene es la encrucijada de saber qué es lo que ella quiere, o a quién, así que al final la mujer queda colocada en la problemática de decidir, lo que origina un derrumbe emocional en el triangulo amoroso, que termina con el cese a la actividad clandestina entre los personajes principales.

Con esto vemos que sí hay razones para temer por el descubrimiento, el miedo es el que genera que el estereotipo de intimidad  se mantenga vigente. Pero el contexto social, como ya lo habíamos visto, es el generador de ese miedo, sin él no se haría todo un caos por cometer el sacrilegio.

Si las normas sociales vieran con buenos ojos las relaciones sexuales entre seres humanos sin importar que algunos ya tengan pareja o que se practique con más de una persona, haciendo a un lado los riesgos e índices de mortandad, entonces se podría llevar a cabo el coito con mayor libertad, o quizá al contrario, si el hombre no viera limitante ética alguna para ello, probablemente no le interesaría llevar a la práctica el intercambio de fluidos sexuales (aclaro, tal vez).

Lo que matiza todo lo explicado es la manera en que es presentado visualmente, pues a lo largo del film, la representación de la trama está llevada a cabo mediante tomas cortas que emulan ese enclaustramiento, esa confidencialidad, ese hermetismo de los personajes para evitar el descubrimiento de sus secretos.

Con esto termino. La intimidad puede jugar el papel de estereotipo de forma personalizada/individualizada o a manera de dúo, es decir, puede ser parte de un estereotipo doble que normalmente se comporta de una manera pero que en otra, tiene que ser mesurado en su forma de ser o de pensar, tiene que abstenerse para salvaguardar esa intimidad.