jueves, 18 de diciembre de 2014

Campeón miserable en liga miserable

Por: Aldo Clark
@aldocorp


Sin duda alguna, la reciente final de la Liga MX protagonizada por el América y los Tigres, disipó todas las dudas que aún existían en el torneo local sobre quién  lo dirige (al futbol nacional y a la selección), lo poco profesional que es  el arbitraje mexicano y cuál es el nivel de un campeonato que ni con Ronaldinho pudo ser más espectacular.

Lo aclararemos explicando cada aspecto, en orden inverso al que fueron enunciadas en el párrafo anterior. Veamos entonces el nivel de nuestra Liga, que sigue deplorable porque el sistema de torneos cortos ha caducado en nuestro país, ya no funciona para el bien futbolístico, sólo para el beneficio empresarial. 

Daremos dos ejemplos: primero, bastan tres o cuatro juegos buenos de un equipo en el torneo para que acceda a la liguilla, sin importar si el resto de la temporada fue un fiasco, lo que fomenta la mediocridad deportiva en los equipos del país; para muestra de ello, y como segundo ejemplo, el Cruz Azul tiró a un lado la liga por ir a competir al Mundial de Clubes, torneo donde no mostró más que cobardía ante el Real Madrid (una repetición del Holanda vs México del Mundial de Brasil) y una pésima seriedad ante el Western Sydney Wanderers, donde el clima de por sí mermó la calidad del juego.

Mientras tanto, el arbitraje nacional parece ejecutado por niños de una patria donde se desconoce el balompié, ya que desde el 2012, se han incrementado las molestias públicas de jugadores y entrenadores por arbitrajes tendenciosos o mal obrados; sin embargo, no ha existido una solución, salvo la de remover funcionarios que sólo se encargan de seguir haciendo lo que su antecesor no supo o pudo realizar; además, pareciese una burla que ahora la prensa (salvo excepciones) defienda el trabajo de Paul Delgadillo en la final, ante su compulsión por sacar tarjetas rojas a todo aquel que estuviera vestido de azul.

Por último, vamos con el tema central y que une a los dos anteriores: el América, pero en especial la corporación a la que pertenece (Televisa), es dueño inapelable del futbol nacional: decide qué balón se utilizará en los partidos, quiénes (prensa) pueden cubrir los juegos, quién dirige a la selección, quién será campeón y cuál será el sistema de competencia. Eso, tan solo en el deporte más popular del país, no se diga en la política y en la economía.

Sabemos por qué ahora América es el equipo más ganador de la historia del balompié mexicano, y no demeritamos su labor durante este torneo, fue el menos peor de los dieciocho clubes del máximo circuito; no obstante, la final fue una asquerosa réplica de lo que el otro producto de Televisa (Enrique Peña Nieto) hace en el gobierno de nuestro país: un mandatario que carece de sensibilidad ante su pueblo; lo peor de todo, es que todos sabíamos el resultado del encuentro en cuanto supimos quiénes llegaron a la final, de la misma forma en que ya sabíamos quién ganaría la contienda electoral de 2012.

México es un territorio anárquico disfrazado de país en desarrollo: todo el mundo hace lo que quiere, por eso tenemos un campeón miserable, en una liga que no ofrece resistencia a la oligarquía de Televisa.




Nota: Aunque Tigres hubiese sido campeón, el título de esta columna no se modificaría; sin embargo, el antiamericanismo de varios miembros de El Credo del futbol hace que esta publicación haya tenido más inspiración

Ella es Katy Saavedra

Por: Redacción
@enreproduccion


El equipo del blog se complace en presentar una entrevista perdida entre sus archivos, en donde nuestra reportera Diana Solís @Diana66782190, dialogó con la conductora Katy Saavedra, sobre la trayectoria de la también actriz.



Entrevista a Katy Saavedra from Aldo Corp on Vimeo.