viernes, 28 de marzo de 2014

Adolfo Suárez y su legado

Por: Aarón Guerra

@reuguerlewis


¿Alguno de ustedes recuerda el pasado 23 de marzo de 2014?, supongo que sí, pero lo que muchos no saben es que murió el precursor de la democracia en España, el ex presidente Adolfo Suárez, pero ahora la pregunta sería ¿Por qué recordar a un ex presidente de otra nación? Bueno eso es lo que me gustaría responderles en algunas líneas.

Tal vez alguno de ustedes recuerde una serie española que se llama “Cuéntame cómo pasó”, pero para quienes no sepan,  esta serie retrata muchos episodios  de la historia de  España franquista y postfranquista, en la cual deja entrever  la figura de Adolfo Suárez, un hombre puente.
Fue uno de esos personajes indispensables en las transiciones, porque son capaces de conectar pasado y futuro, autoritarismo y democracia. Los grandes protagonistas de la democracia son aquellos que la entienden. Que saben percibir la dificultad del momento que viven y que saben con pragmatismo perdonar los rencores del pasado y darle la vuelta a la página. No es un papel sencillo.
Suárez es un hombre de derecha, que supo construir el puente correcto para que la izquierda, llegara al poder, pero sobre todo, para que llegara a la institucionalidad y a la democracia en el sistema político español. Ésta es quizá su mayor aportación,  que no solo dejó en España, sino que compartió con el mundo.
Suárez tiene varios momentos trascendentales  en la transición española. Pero uno de los más relevantes es el del negociador que construye un proceso de diálogo con todas las oposiciones, que da como resultado una nueva Constitución de 1978.
 Pero sobre todo, me parece relevante su diálogo e intercambio con Santiago Carrillo. Ése era el gran reto de la transición española. Ése parece que es el hecho que marca todo el proceso, que permite la reconciliación de una nación y de varias generaciones.
La muerte de Adolfo Suárez (1932-2014) es tan cercana para México y quizá para toda América Latina. Tal vez porque  al fungir como hombre puente  entre la izquierda, la derecha, la realeza y el pasado franquista, logró  cimentar ese diálogo en una constitución.
En algún momento envidié ese Pacto de la Moncloa, me era ingrato ver que después de varios años, México no podía lograr algo similar, hubo el intento en  el “Pacto por México” del presidente Peña, en el año 2012, pero este pacto no fue hecho para lograr conciliar ideologías, como en su momento el de “Moncloa”,   y esto queda claro con la constante amenaza de salida de los partidos, en el llamado “estira y afloja”.
América Latina aprendió mucho de aquella transición y de aquella generación de demócratas. La transición española siempre fue buena maestra. Y sus protagonistas se convirtieron en precursores y en caudillos culturales de nuestras transiciones. Adolfo Suárez nos enseñó mucho
Al final ¿De qué se trata la democracia? La democracia no consiste en vencer hasta eliminar, sino convencer hasta sumar. La democracia busca convertir al autoritario en demócrata. En esa lógica, Suárez nos da una gran lección de democracia, en la historia de las transiciones.
Suárez fue un demócrata. Murió un gran demócrata español. Un personaje inolvidable.
“La democracia no hace felices a los hombres, simplemente los hace hombres”
                                                                   Manuel Azaña

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