Por: Redacción
@enreproduccion
El capítulo 54 del manga de Dragon Ball Super aumentó el
nivel de las batallas y el suspenso por el inminente reencuentro de Moro ante
Gokú y Vegeta. En esta ocasión hubo más combates y descubrimientos que
reencendieron una historia que entraba en calma.
Luego de algunos episodios que se enfocaron en acrecentar la
especulación de cara a un próximo mega combate, se dio continuación a la lucha
que iniciaron Piccoro, Krilin y Jacco en busca de defender la Tierra de los
seguidores del nuevo villano.
Gohan dio cátedra ante uno de ellos para reafirmarse como el
ser más poderoso detrás de su padre y Vegeta; sin embargo, su enemigo tenía varios
ases bajo la manga que sacó como último recurso, entre ellos, que guardaba un
poco de poder de su líder y que utilizó para dejar a todos fuera de combate.
Por suerte, Jacco dio a conocer a los soldados que Gokú y Vegeta ya se encontraban entrenando para regresar más fuertes, y Moro, quien
miraba la lucha mediante una transmisión, ordenó a sus seguidores dejar a la
Tierra en paz hasta que regresaran los saiyajin, con tal de robar la energía
del planeta con todo y sus residentes más poderosos.
Los seguidores de Moro obedecieron y Jacco logró negociar
que aplazaran su regreso hasta dos meses, tiempo suficiente para que Gokú y
Vegeta regresaran con sus habilidades perfeccionadas. Kakarotto fue informado
de la situación por Meerus, al tiempo en que Wiss reapareció en la trama para
platicar con su padre, el Gran Sacerdote, sobre un secreto que guarda el compañero de entrenamiento de Gokú.