miércoles, 27 de noviembre de 2013

¿Cómo llamarlo?

Por: Sandra Pérez Luna

@luna_shandra


Una pregunta frecuente que muchas personas nos hemos hecho al adentrarnos un poco a este tema controversial y relevante, para aquellos involucrados con el turismo, hablamos de un tema que es binomio: Derecho – Turismo. En este articulo, explico desde mi propia postura esta relación, y aclaro también, si en verdad el “cómo llamarlo” es de gran relevancia.



Es necesario darle un nombre? O simplemente seguir con todas aquellas invenciones que muchos autores le han dado, por ejemplo: Derecho Turístico Mexicano (Villaseñor, 1999) Derecho Turístico (León, 2002) Justurismo (Morales, 2004) entre muchos más que han sido objeto de análisis de obras completas, como lo menciona: Monterrubio y Colín (2009) Pero, ¿será correcto el nombre?, ¿Y, en verdad existe tal concepto?    Pues vamos a partir de algo…

El turismo es un fenómeno complejo que como tal, no puede ser controlado. Que es una actividad humana, de eso no hay duda, y es aquí cuando encuentro esa relación Derecho – Turismo mencionada antes, pues el derecho regula todas aquellas conductas humanas y por  tanto al turismo.


Sin embargo, así como muchos autores mencionados hablan de derecho turístico, otros tantos afirman la inexistencia de tal (Monterrubio y Colín, 2009) y yo estoy de acuerdo con ellos, pues es claro que el turismo es multidisciplinario y puede ser visto desde muchas posturas, por ejemplo: Economía del Turismo, Sociología del Turismo, Antropología del Turismo, entre otras, pero en realidad todas estas no lo definen exactamente, ya que carecen de fundamento.


Para ser más precisa, el concepto de Derecho Turístico está mal planteado, es decir, no existe y no es más que como antes mencione, invenciones.
La relación Derecho – Turismo existe y es clara, pero cabe mencionar que sólo aplica cuando hablamos de práctica turística, y no todo lo que abarca al concepto fenómeno de turismo (motivos, permanencia, etc.)

Ahora está planteado, pero de verdad se respondió a la pregunta ¿Cómo llamarlo? Pues la respuesta es clara: es Legislación Turística, pero también cabe mencionar que al hablar de Legislación Turística nos referimos a las leyes  relacionadas con el turismo aunque no sólo son leyes las que regulan a tal (ley general del turismo), porque existe una inmensa variedad de normas, decretos, convenios, asambleas, organizaciones etc., que forman un marco jurídico y regulan a la  práctica turística, todos estos fundamentados en las bases del derecho, y gracias a los cuales se encuentra un orden y equilibrio para que se pueda llevar a cabo la materia en cuestión.




Fuentes:
Monterrubio, J. Carlos y Colín, Ricardo 2009.La inexistencia del Derecho Turístico, un análisis conceptual. Manuscrito aceptado para la publicación en: Estudios y Perspectivas en Turismo. Vol. 8 No. 6. Universidad Autónoma del Estado de México.
Vizcaíno López, Karina 2001 ¿Existe el derecho turístico?. Memorias del VI Congreso del Verano Delfín, Acapulco, Guerrero 29, 30 y 31 de agosto. Recuperado el 14 de mayo de 2009, de http://www.unla.edu.mx/iusunla4/opinion/EXISTE%20EL%20DERECHO%20TURISTICO.HTM
Armas Morales, Carlos. 2004 El justurismo. Sistema de Bibliotecas de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, Facultad de Ciencias Administrativas, Perú, Recuperado el 27 de marzo de 2009, de: http//sisbib.unmsm.edu.pe/bibvirtual/Publicaciones/administracion/v07_n13/a06.htm


sábado, 16 de noviembre de 2013

SMALLVILLE

Por: Aldo Clark

@aldocorp


Recordando el contenido de nuestro primer blog, aquí les tenemos una  reseña de la serie que le da vida a Superman, justamente antes de que se convierta en el legendario súper héroe.


Crazy Lazy: el regreso de un clásico

Por: José Torres

@Lanzaddt















Crazy Lazy es una banda de Monterrey, Nuevo León, que en 1985 lanzó su único

disco hasta la fecha: ¡Que viva el rock! Una pieza de culto total que con dos mil copias

alcanzó territorios que la banda nunca imaginó.


Óscar, frontman de la agrupación española Lujuria, se toma una foto desde tierras

ibéricas con el vinilo de los regiomontanos en sus manos. Los nipones de Metalucifer

posan frente a un enorme collage de discos de Metal en el lejano Japón, donde (con

mucha atención) podemos ver a sus espaldas la portada del mismo redondo.


 
La banda Metalucifer

 
Óscar, vocalista de la banda española Metalujuria



¿Cómo fue posible que una banda lograra tremendo alcance? Hasta hoy es un

enigma. “Ese disco lo grabamos en una sola semana”, dice Antonio Benítez,

guitarrista de la banda con quien tuvimos la oportunidad de platicar.


¡Que viva el rock! es una obra cuyo sonido oscila entre varios terrenos; por

momentos puede sonar hard rock e incluso tocar los linderos del blues, uniéndose

con riffs que le dan un alma heavy. “Yo lo llamo Soft Metal, porque es un punto medio

entre el hard rock y el Heavy como tal”.


Algo que identifica la música de Crazy Lazy son sus letras. La gran mayoría habla

sobre relaciones amorosas. “Era la edad donde pensábamos en las chavas” explica

Antonio, por lo que resulta natural el contenido de éstas.


Los orígenes

El primer vocalista, Aldo, “se la pasaba a veces saltando entre las camas, y a veces

nos veían a nosotros acostados en ellas, entonces decían que éramos unos locos

y flojos”, cuenta Antonio al momento de explicar los orígenes del nombre de la

agrupación.


¿Y sí eran unos locos y flojos?

– (Risas) No. Simplemente nos gustaba cómo rimaban las palabras en inglés, por eso

lo dejamos como nombre de la banda.


Al mismo tiempo, Antonio menciona que otro nombre fue el otorgado por Alex Lora

(líder de El Tri). Un día que tocaron con él los llamó: “La Hueva Loca”.


Los orígenes de Crazy Lazy se remontan a finales de los setenta, cuando Antonio

y su hermano Javier arman un grupo con su primo: los Cousin Brothers. Tiempo

después alguien les presentó a Rulo Villareal, “decían que le daba a la guitarra y

entonces lo invitamos” para que posteriormente se uniera su hermano, Javier “Happy”

Villareal, al bajo.


¿Cómo fue posible que saliera una banda como Crazy Lazy en tiempos donde

dominaba la música disco?

– Mi padre era músico, tocaba en tríos, entonces él me enseñó muchas cosas.

Ya después alguien me presentó a The Doors, Led Zepellin y otros tantos que me

marcaron como músico y empezamos a tocar covers de ellos.

¿Fue difícil dar ese salto de interpretar covers a tocar material original?

– Fue más por necesidad, tuvimos que componer para grabar el disco.


La gestación del disco debut

Fue en una tocada con Sombrero Verde (hoy conocidos como Maná) que César

Gómez, dueño de los estudios CMG, los escuchó. “En ese momento teníamos sólo

dos canciones originales: Saca dólares y Vaca Naca”. Eso fue suficiente para que

César los invitara a grabar un vinilo. “La condición era hacer un disco en español, así

que nos pusimos a componer”.

¿Cuánto tiempo pasó desde esa invitación hasta el momento de grabar?

– Dos años. Nos pusimos a ensayar diario porque la grabación del disco fue casi en

vivo; no podíamos equivocarnos pues grabamos casi todos los instrumentos al mismo

tiempo.

¿Todas las canciones que aparecen en el disco fueron las únicas que compusieron?

– No, hay algunas canciones que se quedaron afuera pero las meteremos en el nuevo

trabajo.


¡Qué viva el rock! (1985) está compuesto por ocho temas, sin embargo, la banda

hizo más canciones que no entraron en el redondo. Ejemplos son: Piezas de ajedrez

y Maniquí, ésta última “la compuso Rulo una noche que se quedó solo en el estudio”.


Al final de la canción se escucha una puerta que abre y cierra, “es Rulo quien entra y

sale del estudio, quisimos dejarlo en la canción”.


Éstas y algunas otras piezas han estado guardadas por casi tres décadas, no

obstante, Antonio asegura que serán incluidas en el nuevo disco que la banda está a

punto de lanzar.


¿Cómo se llamará el nuevo disco?

– Se va a llamar: Que siga el rock. Terminamos de grabar por ahí de marzo y ahora

estamos en proceso de masterización. Ya tenemos incluso la portada.


Este nuevo redondo incluirá temas como: Ciudad del rock y Otra oportunidad

(continuación de Oportunidad, incluida en el primer disco), sin embargo aún no

tienen una fecha de lanzamiento. “Ahora estamos enfocados en terminar el disco.

Como lo estamos haciendo por nuestra cuenta, pues lleva tiempo”.


Un regreso atrasado

La falta de ingresos y lugares para tocar fue lo que separó a Crazy Lazy. Debían

pagar el lugar de ensayo y no había grandes oportunidades.


Hoy en día los miembros de la banda, aunque cuentan con ingresos, no tienen mucho

tiempo. “A veces es difícil que coincidan las agendas, chocan mucho”, sin embargo,

“cada lunes nos vemos para ensayar”. Los ensayos pueden prolongarse hasta cuatro

horas.

¿Es el mismo ambiente de aquel entonces?

– Fíjate que sí, siento lo mismo que hace tiempo, me sigue gustando mucho.


Crazy Lazy planeaba volver hace unos años. Alguien del sitio Metaleros.de, los había

contactado para tocar en un festival alemán. “No recuerdo cuál festival era, pero

también íbamos a tocar en algunas universidades donde nos iban a pagar; en el

festival sólo nos iban a dar los viáticos”.


Aunque al final ya no se concretó, la invitación les hizo ver que aún había mucha

gente que los recordaba. Sin embargo, varios fueron los sucesos que no dejaron a

Crazy Lazy regresar. Aunado a eso, el fallecimiento de los hermanos Villareal jugó un

papel crucial en la estabilidad de la agrupación.


Happy Villareal terminó tocando con Juan Gabriel. “Todos eran músicos veteranos y

él era el único joven”, menciona Antonio. Fue en un viaje en coche donde el Happy

salió volando y murió. “Apenas tenía unos meses de casado, apenas iba empezando.

Simplemente se nos adelantó porque todos vamos para allá”.


“Con Rulo fue muy curioso porque yo sufrí un infarto hace unos años cuando estaba

en París trabajando. Allá me atendieron y hablé con Rulo y él me decía: ¡no, cómo

te pasó eso a ti que eres muy tranquilo y sano, a mí me debió dar ese infarto!”. A los

pocos meses éste último sufrió un infarto y murió.


Una alineación renovada

Hoy en día la banda se complementa con Rubén González al bajo y Gil González

en la otra guitarra. El bajista era compañero de Rulo por lo que no es tan ajeno a

la agrupación. El guitarrista “era un fan que nos iba a ver por aquellos tiempos y

decidimos invitarlo, tiene una forma muy diferente a la mía de tocar”.


















“Pasó una cosa curiosa con Chester (vocalista), no sé si sea el cigarro y el alcohol o

la simple maduración, pero su voz se volvió más potente”. De todos, es el que más ha

estado en contacto con la música desde aquellos tiempos.


Con esta alineación la banda hizo su primera aparición después de 30 años. Primero

en el Festival Callegenera y después en el Festival Internacional de Sta. Lucía en julio

y septiembre de este año respectivamente. No obstante, “antes ya habíamos tocado

en una tienda de música”. Fue en la presentación de unos amplificadores donde se

reunieron, aunque “no quisimos que nadie se enterara”.


En lo que todo está listo, la banda relanzó su debut ¡Que viva el rock! remasterizado.

“Lo sacamos el día que tocamos en Callegenera”, aunque la remasterización fue

mucho tiempo antes, en el 2010, cuando la obra cumplió 25 años de vida.


A casi 30 años del disco debut, Antonio Benítez sigue sorprendido y emocionado. “No

sé qué fue, pero hay algo que hizo reaccionar a la gente”, menciona en relación a su

primer lanzamiento.


Sigan de cerca a esta banda estandarte de la escena nacional. Nosotros estaremos

muy pendientes de lo que lleven a cabo para que no se pierdan el lanzamiento de su

nuevo disco, una obra que viene más heavy que su antecesor, eso es seguro.


Esta entrevista también la podrás encontrar en el siguiente número de la revista de Metal, junto con lo mejor de este género musical, de forma gratuita aquí http://heavyriff.webs.com/

TOP 5: ARTISTAS QUE INCURSIONARON EN LA MÚSICA

Por: Larz


En las últimas tres décadas, muchos actores han intentado probar suerte en el medio de la música, algunos con mas talento que otros, como el caso de Eddi Murphy, a quien nadie recuerda que logró lanzar un disco, que sí, pasó muy desapercibido. Y es que su error es creer que a billetazos puedes destacar en la música (bueno en México sí se puede aun siendo un pésimo actor también).

Por esa razón, aquí está la lista de los cinco actores que realmente lograron mantenerse dentro del mundo de la música, ya por un buen rato, o al menos demuestran cierto talento al tocar algún instrumento.


1.- FRANKIE MUNIZ
Después de terminar la serie que lo lanzo a la fama (Malcolm in the middle), en internet corrió el rumor de que había muerto tras sufrir un derrame cerebral, la verdad es que este actor está más que vivo, ahora tiene actividad continua con su grupo Kingsfoil, donde él es baterista.



2.- HUGH LAURIE
El protagonista de la serie “Dr. House” sorprendió a muchos cuando fue parte del grupo benéfico "Band from TV" (integrado por actores de series de televisión), Laurie estuvo como vocalista y pianista, donde demostró sus dotes como músico, pero no fue hasta el 2011 que lanzó su primer álbum como solista titulado “Let Them Talk”.



3.- JOHNNY DEPP
Desde pequeño demostró su gran cariño por tocar la guitarra, pero por azares del destino terminó convirtiéndose en uno de los actores de mayor renombre,sin embargo, a pesar de eso, nunca dejó de lado el ámbito musical y estuvo participando con artistas como: Oasis, Aerosmith, Eddie Vedder y Marilyn Manson.


5.- JACK BLACK
Black decidió formar la banda Tenacious D en el 2001 luego de que conociera Kyle Gass, también humorista. Gass le enseñaría a Black a tocar la guitarra.


5.- KEANU REEVES
El actor de 'Matrix', en lugar de ser una estrella de la canción, prefirió no ser la cara principal de sus agrupaciones, y le bastó con tocar el bajo en bandas como Dogstar o Becky.

sábado, 9 de noviembre de 2013

Del terrorismo al terror de Estado

Por Aaron Guerra

@reuguerlewis




Para cualquier fenómeno, el punto decisivo en el terrorismo es la representatividad, así como también la batuta del liderazgo de un movimiento o grupo. La nueva retórica de la guerra desempeña dos funciones: niega la conexión de los terroristas con la auténtica rebelión, y responsabiliza de sus actos al gobierno que los abastece, entrena o utiliza. Desde una perspectiva, la guerra siempre ha sustituido la política, los acuerdos, y este es el caso del terrorismo, que tiene efectos colaterales con civiles inocentes.

El terror es utilizado para lograr el derrocamiento del gobierno existente. También es el utilizado después de haber conseguido la victoria, y ese pánico es utilizado por las víctimas para convertirse en opositores.

A lo que inicialmente se considera terrorismo de Estado, será cuando éste suspenda los procedimientos legales normales o declare la ley marcial para acabar con sus enemigos. Por su parte el movimiento guerrillero o terrorista se puede glorificar cuando la resistencia individual se dé por injusticia de parte de la autoridad y en su caso, algunos de los terroristas se podrán considerar como mártires.

Algunos reflexionaron que después de muchos eventos latinoamericanos y europeos en los años de 1960 a 1990 el terrorismo se estaba volviendo un mal endémico en una era revolucionaria: lo que hace malos a los terroristas no es el hecho de que recurran a la violencia, sino que recurran a ésta contra formas de vida política que han sido constituidas para abolir la represión violenta, intelectual y moral.

En ocasiones, el terrorismo puede ser beneficioso para ayudar a derrocar dictaduras y a veces lograr liberar un territorio de la ocupación extranjera, con frecuencia ayuda a los nacionalistas conservadores a apoderarse y conservar el poder. Algunos  Marxistas sostienen que la violencia política se justifica sólo cuando produce la liberación de las masas, y la liberación de las masas requiere la acción de las masas y no de la delegación del poder bélico, además de que la acción individual será inútil para la liberación del proletariado.

Los marxistas sostienen que la violencia puede ser  la única prerrogativa de los grupos en el poder, y que de estos se puede distinguir entre buena o mala. Además se insiste en que los movimientos políticos, incluyendo a los violentos, manifiestan cambios en las relaciones en el interior de las clases sociales, y por último, utilizan  la experimentación de la guerra o una revolución como una  confrontación en estado embrionario para explotar la violencia entre pequeños grupos, y en consecuencia, la  acción de masas.














Las causas del terrorismo moderno
Las causas principales que manejan estudiosos del tema del terrorismo son cuestiones socioeconómicas, principalmente, pero investigar cuáles más hay, ayudaría a proponer más elementos que los terroristas consideran para su cometido.  Así mismo, también hay causas “patológicas, psicológicas”, que equivalen a suponer que los terroristas simplemente son fanáticos irracionales que producen en la historia, el desorden que existe en sus mentes.

Los estudiosos y periodistas estadunidenses han propuesto dos explicaciones sobre las causas: basados en la teoría de “sociedad permisiva” sostenida por liberales y de centro y la “red roja” sustentada por escritores conservadores. Los dos aciertan y se equivocan en lagunas cosas, es cierto que hay una  red de extremistas “terrorismo internacional” y que estas organizaciones son apoyadas por la URSS (Redes Rojas), así como también, que tienen más posibilidades en el seno de una sociedad democrática que en una dictadura.

Por eso, de forma general,  donde nos  lleva el texto, se debe pensar que las causas del terrorismo son: por factores económicos, sociales, políticos, y psicológicos, pero lo realmente importante es que no existan redes terroristas. Sin embargo, siguen existiendo y no se logran erradicar a pesar de que se eliminan sus fuentes de abastecimiento.

Una parte a considerar, es la vinculación, un término obscuro y negativo, y que   por  lo que se puede decir  e interpretar,  será  el patrocinio activo de un acto terrorista específico, hasta ser cómplice. El gobierno oculta información,  la cual puede ser de ayuda para acabar con ciertos grupos terroristas,  pero se omite tal información, o también la creación de armamento o la venta de éste propician tales actos  de vinculación.

 La infraestructura del terrorismo son las armas, en algún caso prefieren misiles o armas exóticas, así como también, casas de seguridad, redes de transporte, comunicaciones, personal, dinero (estas últimas las  obtienen internamente)

Para hablar de un avance en la lucha contra el terrorismo, se puede aludir a la organización antiterrorista más eficaz (MOSSAD), sin embargo , el antiterrorismo funciona sólo cuando forma parte de una estrategia política que elimina los lazos existentes entre los grupos violentos y su proveedores internos.

Confrontaciones teóricas sobre una postura positiva y negativa del terrorismo
Carlos Marx menciona que para él, los terroristas son alquimistas de la revolución, que se dedican a los descubrimientos que provocan maravillas revolucionarias, que construyen bombas, máquinas infernales; pero que de igual forma los antiterroristas  también podrían ser alquimistas,  ya que van en contra del terrorismo y  la guerrilla.
Según red roja, decir que el terrorismo florece en sociedades permisivas, en realidad no da pie a los orígenes del fenómeno; más bien, supone que los impulsos terroristas son algo latente en la sociedad, que están a la espera de sólo poder materializarse (es decir, que esto sólo se da bajo ciertas condiciones, como la violencia política, la historia, doctrinas de brigadas rojas, culturas distintas, represión, etc.

Ahora pasemos a la guerrilla y al terrorismo. Se puede lograr predecir su fin, esto debido a sus orígenes. Cualquier potencia extranjera puede contar con cualquier escuadrón de saboteadores que realicen su trabajo, pero lo importante es que estos se inserten en su propio medio social.

Un ejemplo de guerrilla urbana, para el autor, son los cubanos, los cuales se plantearon  como una  apéndice de los combates rurales, además de activistas, líderes, de los cuales desacreditaron los partidos de izquierda cubanos, y lograron hacer una unión más allá de solo grupos, sino de una masa.

Lo que hace particular a la guerrilla, es la unión con la masas,  ya que sin ellas quedan deslegitimados por la gente, además se tiene que sobrevivir a la guerra sucia, como fue en el caso de  Argentina. En América latina, surgieron los grupos por la desesperación,  y la combinación de esperanza, además de buscar cambios sociales. Los ideales surgían  por la derrota en la política y en las crisis político-económicas.

Para sintetizar, la guerrilla urbana se observa frecuentemente con la intensidad y frecuencia con que se lleva a cabo, lo que tendrá poco que ver con la democracia y totalitarismo del entorno, por el contrario mucho que ver con las tradiciones y las condiciones sociales de la inteligencia nativa.


El hecho de que intelectuales jóvenes se involucren en la esperanza y la desesperación depende de numerosos factores, de los cuales, los más importantes son el agrado de la integración del conocimiento en la sociedad, la disponibilidad de carreras administrativo gerenciales y de las oportunidades de cambios reales y significativos. 

martes, 29 de octubre de 2013

Actividad y Tiempo

Por: Aldo Clark

@aldocorp


Si estás estudiando el Bachillerato y buscas opciones para inscribirte a una carrera, o ya tienes en mente qué carrera quieres cursar, pero necesitas conocer un panorama de esa licenciatura o ingeniería.

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La importancia de la escucha

Por: Roberto Carlos Guel Gómez












En este pequeño ensayo me propongo analizar la importancia de las reflexiones hechas por Carlos Lenkersdorf en Aprender a escuchar. La elección de este tema surge a partir de la necesidad de comprender cómo se podría establecer un diálogo real que nos permita entendernos como una sociedad pluricultural. A su vez, el contexto actual de nuestra sociedad en donde grupos indígenas exigen ser escuchados por la sociedad mexicana, nos alienta a que pensemos en qué sentido y qué importancia tiene que los diferentes grupos indígenas sean escuchados. De ahí consideré la pertinencia de este trabajo.

Comencemos por hacer una distinción analítica para entender claramente a qué nos referimos cuando hablamos de la escucha. Existe una gran diferencia entre lo que podemos denominar "oír" y escuchar, podemos decir que oímos un sin número de cosas, sin embargo, escuchamos muy pocas. Por ejemplo, a lo largo del día percibimos un sin número de ruidos que están a nuestro alrededor y que aunque entran a nuestros oídos no retienen nuestra atención, ha eso es lo que llamamos oír. Escuchar en cambio es una actividad que necesita de la atención de las personas, atención que se enfoca en entender aquello que se nos dice.

Como primera impresión puede parecernos que esta distinción es demasiado sencilla, cualquiera sabe que no es lo mismo oír que escuchar, sin embargo, el problema que encontramos es que aunque creemos saber qué es escuchar, la situación actual de la sociedad nos demuestra que no nos escuchamos. Para mostrar este problema podemos ver la situación que viven algunos grupos indígenas: en las últimas décadas se han desatado un sin número de peticiones por parte de grupos indígenas que exigen ser reconocidos y respetados por la sociedad mexicana. Sin embargo,  poco o nada de estas exigencias ha sido tomada en cuenta ¿Por qué? Por la falta de atención que tenemos hacia lo que se nos dice.

Por ahora tenemos dos cuestiones importantes que nos invitan a pensar por qué es importante analizar la escucha, la primera es que existe una diferencia entre oír y escuchar y, la segunda es que aunque sabemos esto entre nosotros no nos escuchamos. ¿A qué se debe esto? Si buscamos analizar este problema desde la lengua podemos ver que, como señala Lenkersdorf, las lenguas se componen de palabras que se hablan y escuchan, esas son las dos realidades de las lenguas: el hablar y el escuchar en conjunto conforman la unidad de las lenguas. Sin embargo, encontramos que la escucha no es una prioridad dentro de las lenguas occidentales y que más bien se enfatiza la capacidad de hablar. Esto sucede porque se cree que el habla es un proceso activo y; la escucha un proceso pasivo. Y en una sociedad como la nuestra en donde se busca enfáticamente ser un “sujeto activo” la escucha se cree, es algo que tiene una importancia de segundo rango, por ello, se cree que es un proceso pasivo en donde sólo se recibe del otro.

Sin embargo, como mencionábamos anteriormente, la escucha es un proceso que necesita de la atención de las personas para comprender lo que se les dice. Esto contradice lo concepción occidental, en la cual se cree que la escucha es un proceso pasivo. Cómo llegamos a esta conclusión, la cuestión es simple pero importante: si analizamos la manera en cómo percibimos los sonidos que están a nuestro alrededor, podemos ver claramente que sólo en la medida en que nuestra atención se esfuerza por comprender esos sonidos, es que podemos escuchar lo que se nos dice.

La importancia de este asunto radica en que si únicamente enfatizamos el habla, entonces, sólo estamos poniendo atención a uno de los dos componentes del lenguaje. Y como señala Lenkersdorf "Si no se habla, no se escucha ninguna palabra, y si no se escucha se habla al aire"[1]como podemos ver el problema es claro, si solo enfatizamos el habla entonces no podremos escuchar al otro.

El problema es grave, si no podemos escucharnos ¿Cómo podemos comunicarnos? Por ello es que estamos mostrando que la escucha es de suma importancia, creemos que hoy en día nuestra sociedad necesita que los individuos se escuchen entre sí. ¿De qué otra forma podemos resolver los problemas que tenemos sino comunicándonos? Bueno parece evidente que necesitamos escucharnos, la pregunta ahora es ¿Cómo lo hacemos? Y sobre todo ¿Cómo nos escuchamos en una situación en donde existen numerosos grupos étnicos diferentes? Desde la perspectiva de Lenkersdorf si realmente buscamos escuchar al otro, tenemos que considerar el lugar desde donde nos están hablando.

En otras palabras, para tener que entender una lengua tenemos que hacerlo desde la perspectiva del hablante, sólo en la medida en que consideremos el contexto desde el cual nos hablan podremos entender aquello que se nos dice. ¿Por qué es importante el contexto del hablante? Porque el sentido en que se nos dicen las cosas está conformado desde el contexto histórico-cultural.

En ese sentido, Lenkersdorf nos estaría señalando que la escucha necesita tener en consideración el sentido en el que el “otro” nos habla y esto sólo es posible si vemos el contexto del hablante. Con este tipo de postura, encontramos una opción muy favorable para los problemas sociales que se dan en sociedades compuestas de numerosos grupos étnicos, ya que nos permite escuchar al otro con su propia voz. Cuestión que ha hecho falta en el México actual en donde la sociedad “dominante” no ha querido escuchar a los indígenas y en donde más que escucharlos se ha tergiversado el sentido de las exigencias de los grupos indígenas.



Además, otro de los puntos favorables por los cuales apelamos a la escuchaes que si los diferentes grupos étnicos se comunican entre sí, se establece una retroalimentación entre los participantes del diálogo. Con lo cual podríamos enriquecernos mediante el intercambio de conocimientos, pero para ello, es necesario alcanzar a escuchar el otro con su propia voz.

Como hemos visto, la falta de atención y la incapacidad de escuchar la voz del otro han sido algunas de las causas por las cuales no se ha establecido un verdadero diálogo entre las distintas etnias de este país. Pero ¿qué otras cuestiones imposibilitan alcanzar un verdadero diálogo?

Como bien señala Lenkersdorf toda lengua tiene se propia cosmoaudición[2]esto quiere decir que en el lenguaje de toda cultura tiene su configuración particular y, en la cual, podemos ver características específicas de los valores de dicha cultura. Por ejemplo, si analizamos la lengua tojolabal podemos percatarnos que la palabra tojolabal 'ab'al se refiere a la lengua o palabra escuchada y, la palabra k'umal corresponde a la lengua o palabra hablada, en ese sentido, en la lengua tojolabal - y la cultura tojolabal en general -se enfoca en poner atención a estos dos aspectos. A esto es la que se refiere Lenkersdorf al referirse a la cosmoaudición. ¿Qué sucede en nuestra lengua? Encontramos que existe la palabra “escuchar” sin embargo, ésta no tiene la misma importancia que el habla. ¿Por qué? Como ya señalamos, en nuestra cultura damos más importancia al habla.

¿Qué sucede si llevamos este análisis de la cosmoaudición a nuestra lengua? Nos podemos percatar de algunas de las causas por las cuales el diálogo no ha sido posible. Por ejemplo, si analizamos el sentido en que nos referimos al otro cuando hablamos, podemos ver que continuamente nos referimos a un “yo” que le habla al otro. Cuando decimos cosas como “Te estoy hablando”, “Te voy a decir”, “Hablaré contigo” etc., siempre se hace énfasis en un “yo” que le habla al otro. Y en ese sentido, la cosmoaudición de nuestra propia lengua nos muestra que socialmente le damos prioridad a un “yo” por encima del “otro”. ¿Será esta una de las causas por las cuales no hemos podido escuchar a los indígenas? Desde la perspectiva de Lenkersdorf sí. ¿Ante esta situación qué podemos hacer? Pues cambiar la lógica mediante la cual nos hemos relacionado con los indígenas, eso supone dejar de verlos como un “otro” al cual le voy a enseñar cómo son las cosas. En ese sentido, como bien señala Lenkersdorf la verdadera escucha exige que los participantes en el diálogo se reconozcan mutuamente como iguales.

¿Qué otras consecuencias podemos sacar de este reconocimiento mutuo? Podemos ver porque hasta ahora los supuestos diálogos del gobierno con las comunidades no han sido reales sino una práctica demagógica. Las ocasiones en las cuales el gobierno ha entablado diálogo con las etnias lo han hecho desde una postura paternalista, en donde lo que buscan fundamentalmente es “enseñarles” cómo es que serán integrados en el proyecto nacional. Únicamente en 1996 cuando se firmaron los “Acuerdos de San Andrés” se estableció, hasta cierto punto, un diálogo en donde se dio el reconocimiento mutuo. Sin embargo, como bien sabemos esos acuerdos sólo fueron firmados pero nunca llevados a la práctica, después fueron reajustados a lo que el gobierno entendía como necesario, olvidando nuevamente la voz de los indígenas. Si realmente buscamos un diálogo entre los diferentes grupos tenemos que reconocer el valor que tienen los “otros” y; a su vez ese “otro” tiene que reconocer el valor que tengo como miembro de un mismo contexto histórico-social. En ese sentido, con el mutuo reconocimiento tenemos que la escucha nos exige una postura incluyente, nos enfatiza mirar, reconocer, respetar, valorar y escuchar lo que el “otro” es.

Como decíamos, escuchar es una necesidad para resolver los problemas, ¿qué nos dice la negativa del gobierno a escuchar los pueblos? Como bien señala Lenkersdorf puede que exista una negación a querer escuchar, el gobierno al reajustar los “Acuerdos de San Andrés” lo único que hizo fue mostrar su negativa a escuchar al otro, así como su etnocentrismo, que cree tener la razón sobre lo que los “otros” necesitan. Pero como señala Lenkersdorf:

“Si escuchamos, ya no afirmamos y tampoco podemos afirmar que ya sabemos lo que les hace falta a los otros. Tampoco podemos sostener que ya no tienen que hablarnos porque ya lo sabemos lo que nos toca escuchar de ellos. La actitud que pretende que ya sabemos lo que nos dirían es una manera de no querer escuchar. No importa de quién se trata, la pretensión de ya saber lo que quieren decirnos significa el endurecimiento de nuestro corazón que no quiere escuchar, no quiere acercarse al otro y fijarse en sus palabras. El no querer escuchar equivale al rechazo del nosotros.” [3]
¿Por qué no escuchar al “otro”? ¿Qué implicaciones tendría esto? Como decíamos la escucha requiere del reconocimiento mutuo, si el gobierno llevara a cabo este reconocimiento tendría que abandonar ciertas prácticas sociales, pero, sobre todo tendría que abandonar su postura de “superior” frente al indígena.

Lo que estaría enfatizando Lenkersdorf es que para poder alcanzar un diálogo real es necesario que se establezca cierta nivelación social entre los participantes, es decir, si queremos escuchar la voz del otro tendríamos que dejar de catalogarlo como un «otro inferior a mí». En ese sentido, la escucha tendría que ser una actitud incluyente y dignificante, ya que se ve en el otro a alguien «diferente a mí, pero, que tiene el mismo valor».

Por cuestiones de extensión este análisis sobre la escucha no puede extenderse más. Sin embargo, los puntos que fueron analizados son de suma importancia y, sobre todo, son reflexiones que nos remiten directamente a pensar nuestro presente, cuestión que consideramos sumamente valiosa. Además, con lo que hasta ahora encontramos tenemos el inicio de una postura mucho más abierta hacia los «otros» que también tienen algo que decirnos. La situación en que se encuentra nuestra sociedad muestra la necesidad de escucharnos entre nosotros, por ello, creemos que este ensayo tiene cierto valor para comprender mejor nuestro presente, pero sobre todo, para mejorar el tipo de relación que mantenemos entre nosotros. Para finalizar, recapitulemos los puntos más importantes que encontramos en torno a la escucha a lo largo de este ensayo.

Al inicio del ensayo, distinguimos entre “oír” y escuchar señalando que oír es simplemente percibir sonidos y, en cambio, para escuchar necesitamos poner «atención» en lo que nos dice el «otro». A su vez, encontramos que para escuchar realmente la voz del «otro» necesitamos entender el contexto desde el cual nos hablan y, en ese sentido, nos percatamos que la escucha es una actitud que entiende lo dicho desde el contexto en el que se habla, con lo cual, el entorno del «otro» es incluido.

También encontramos que la lengua se compone de palabras que se pronuncian y que tienen que ser escuchadas, con lo cual mostrábamos la necesidad de la escucha para conservar la lengua en su forma completa. Más adelante vimos con el término cosmoaudición, que en el tojolabal sí considera la escucha como una parte importante y; en cambio, en nuestras lenguas el escuchar es considerado como una actividad de segundo rango.

 Para mostrar los problemas que surgen si nos enfocamos únicamente en el habla, mostramos los problemas que se han dado por la incapacidad de escuchar la voz de los indígenas, por ejemplo, el error de corregir los “Acuerdos de San Andrés” desde la perspectiva de la clase dominante. Como intento de solución a este problema, encontramos que para que se dé diálogo real en donde se escuche al otro, es necesario el reconocimiento mutuo entre los dialogantes. Esto quiere decir, que es necesario reconocer el valor que tiene lo que dice el «otro», con lo cual, se dignifica al «otro» por el valor que tiene. Y finalmente, encontramos que un diálogo real sólo es posible si escuchamos al «otro» si lo veo como un igual a mí, es decir, si abandonamos una postura que considere al «otro» como un «inferior a mí».

Finalmente podemos decir, que la escucha es importante porque pone la «atención» en lo que nos dice el «otro»; porque considera el contexto socio-cultural del «otro»; porque reconoce el valor de las «otras» personas; porque dignifica a las personas mediante el reconocimiento mutuo y; finalmente, porque elimina las posturas excluyentes que ven al «otro» como un «inferior a mí». Por todo ello, es que creemos y enfatizamos que es necesario escucharnos entre nosotros.




[1]Lenkersdorf, Carlos, Aprender a escuchar,México, Plaza y Valdes, 2008, Pág., 13.
[2]Ibíd. Pág. 23.
[3]Ibíd. Pág. 42. 


BIBLIOGRAFIA:
·       Lenkersdorf, Carlos, Aprender a escuchar, México, Plaza y Valdes, 2008.