Por: Aldo Clark
Me bastó ver una vez la versión de Zack Snyder de la Liga de
la Justicia para entender lo que Joss Whedon y Warner Bros. desperdiciaron hace más de tres años. Si bien
hubo cosas que el corte de 2017 rescató positivamente, lo que
omitió fue un insulto al director y a los fanáticos de DC, pues los detalles
convierten a esta versión en una obra maestra del cine de superhéroes.
Para explicar mi aseveración, que puede parecer visceral
(especialmente para los fans del MCU), voy a desmenuzar la película con tal de que sepan por qué llegué a tal adjetivo; me daré el lujo de dar spoilers, así
que cuidado, apreciables lectores.
Lo que no debió omitirse
Las referencias a los cómics y al propio DCEU que no vieron
la luz en la otra versión son clave:
el Detective Marciano, Darkseid y las historias de Barry Allen y Víctor Stone
son prueba de ello.
Harry Lennix, quien dio vida al general
Calvin Swanwick en las primeras dos cintas del
DCEU,
interpretó al
Detective Marciano en el corte de
Zack Snyder, personaje que no
apareció en la otra versión, pero que es fundamental en los cómics para la
formación de la
Liga de la Justicia, pues ha sido vital para luchar contra las
invasiones a la Tierra.
El rol del extraterrestre también es clave en esta película porque guía a Lois Lane a dejar su escondite y ella, como se ha visto desde
Batman vs. Superman, es la clave para evitar un futuro más siniestro. Incluso
Zack Snyder da la sugerencia de que el propio marciano pudo haber inducido los
sueños futuristas de Batman.
Por otro lado, las historias de Flash y Cyborg, que fueron
censuradas en el corte de 2017, en realidad explican la relevancia de ambos
personajes: Víctor Stone es la piedra angular de la trama y Barry Allen, aunque
también juega el rol del miembro divertido, se ve más soñador y apasionado que
el miedoso payaso en que lo convirtió Whedon.
También las versiones de Aquaman y la Mujer Maravilla que aparecieron en
este corte se muestran más poderosas de lo que fueron en la anterior. Además,
la idea de revivir a Superman recae en todos los elementos del equipo y no solo en la
voluntad de Bruce Wayne.
Ahora vamos a una de las omisiones más relevantes: Darkseid,
el verdadero villano, no de esta cinta sino del DCEU, quien en 2017 solo fue
mencionado una vez y que ahora se muestra como el personaje que motiva a los superhéroes para detener su llegada, lo que
explica también el enlace con la cinta previa, B vs. S: El origen de la Justicia, e indirectamente con las películas posteriores como The Flash, pues
sus secuaces hacen mención al multiverso.
Eso me lleva a otra conexión producida por Darkeid: la
anti-vida, que más tarde nos podría llevar a la anti-materia, tema relevante
para Crisis en Tierras Infinitas, cómic que recientemente fue adaptado a la
televisión por las series de DC en The CW, donde el Barry Allen de esta La Liga de
la Justicia hizo un cameo. Pero no solo Flash confirma el vínculo del corte de
Snyder y el DCEU con la Crisis recién transmitida, también el personaje Ryan
Choi, quien tiene aparición en ambas adaptaciones.
El otro guiño a los cómics que más lamentaron los fans hace unos años fue
el traje negro de Superman, de vital importancia en las historietas al ser la
vestimenta que el héroe kriptoniano ocupa al reaparecer tras su famosa
muerte.
La composición de la cinta
La cantidad de detalles mostrados en La Liga de la Justicia
de Zack Snyder hacen que la cinta tenga cuatro horas de duración, factor principal
para las críticas negativas que ya tiene, pero sin la cual pierde el sentido. Eso
sucedió también con Batman vs. Superman que de igual forma fue golpeada por
el público y 'especialistas', sin contar con que, de esta forma ambas cintas se
complementan y hacen magnífica a la otra, la clave está en las pesadillas de
Bruce.
Además, como lo he expuesto en los anteriores artículos de
las películas del DCEU, las críticas negativas se han dado debido a la
existencia de las producciones de Marvel Studios, pues estas han alienado al público
(críticos incluidos) haciéndoles creer que todas las cintas de superhéroes
deben ser iguales.
Es momento de parar esa forma de pensar. Zack Snyder ha dado
la pauta al mostrar que el DCEU es y debe mantenerse muy diferente del MCU; el primero
es un tributo a los cómics con sus versiones psicológicas lo más reales posibles:
con su luz y oscuridad; mientras que el segundo es comedia, aunque ambas
tengan acción.
Desde su origen en los cómics, DC y Marvel tienen esa
diferencia, los personajes del primero fueron desarrollados con un amplio
perfil psicológico que inclusive ha evolucionado con el paso de los años;
mientras que en el segundo caso, los protagonistas obedecen más a un
estereotipo y no ahondan en las personalidades, su única excepción es
Spider-Man y, curiosamente, es al que más trabajo les ha costado consolidar en el cine.
El guiño a Smallville
Algo que los fanáticos del DCEU aman es que todas sus
películas han contado con alguna referencia o actor relacionado con Smallville, serie de gran peso para formar la personalidad del Superman que
interpreta Henry Cavill, y esta película no fue la excepción, pues lo hizo de una
forma agradable y épica.
Cuando Kal-El se prepara para unirse a la batalla después de
resucitar, se oyen dentro de él las voces de sus padres, el biológico y el
adoptivo, quienes de esta forma lo guían; la escena rinde tributo
al episodio final de Smallville, donde el Clark Kent de Tom Welling recibe el empujón de Jor-El y Jonathan Kent para despegar y alejar a Darkseid de la
Tierra.
El otro guiño es mediante el elenco, pues Marc McClure,
quien apareció en Smallville y en las cintas del Superman de Cristopher Reeve
como Jimmy Olsen, dio vida a un oficial que interactúa constantemente con Lois
Lane en este filme.
El esfuerzo del director
A pesar del fallecimiento de su hija, Zack Snyder
retomó el trabajo de la Liga de la Justica después del estreno original y, con la ayuda de productores y el público de diversas partes del mundo,
pudo concluir su visión de la cinta y dedicárselo a Autumn.
El director enmarcó claramente las diferencias de su trabajo
con el de Whedon, como la escena con la que comienza la cinta; la forma en que
Diana Prince descubre las escrituras sobre Darkseid tras el aviso de las amazonas;
además de la inclusión de Vulko, interpretado por Willem Defoe; la escena de
Lex Luthor con Deathstroke, con un desenlace claramente diferente; y por
supuesto, la participación del Guasón de Jared Leto y su inherente relación con
Batman, que no podía aparecer sin una referencia legendaria a los cómics.
El trabajo del doblaje
La dirección de doblaje hizo una labor impecable, las voces
originales de la saga del DCEU repitieron a su encargado latino con Edson Matus interpretando a Henry Cavill, Jessica Ortiz a Gal Gadot, René García a Ben Affleck, Enrique
Cervantes a Jason Momoa, Arturo Castañeda a Ezra Miller, Abraham Vega a Ray Fisher, entre otros en los que destaca José Antonio Macías dando voz al Joker de Leto.
Un dato curioso en este aspecto es que durante la película,
René García, la voz de Bruce Wayne y de Vegeta en la franquicia de Dragon Ball,
recurrió a la frase “voy a acabar con estos malditos insectos”. Parecería un guiño
del actor hacia el príncipe saiyajin, pero en
realidad se refería a los para-demonios.
Fotos: Warner Bros.