miércoles, 2 de octubre de 2013

La forma lógica y la esquematización

Por: Jesús Antonio Guzmán Cruz



La planeación del argumento es un proceso que puede distinguirse en fases principales. Desde identificar un problema hasta la propuesta de la conclusión. Las fases principales son una concatenación de unidades, que en su conjunto establecen al argumento. Pero hay la posibilidad de adentrarse en una estructura más sutil de esas unidades, un nivel en el que tendríamos presentes las oraciones individuales. Este nivel es donde se ha introducido la idea de la forma lógica.

El estudio de las oraciones individuales se clarifica a la luz de las consideraciones más generales, que se estudiaron anteriormente, ahora el foco de atención lo ocupa el análisis de la relación de pequeñas frases. De la relación de estas frases se logra establecer la validez del argumento, o la invalidez, hay una forma en la que se estructuran y además, se estudiara que importancia tienen estas relaciones con lo que se conoce tradicionalmente por forma lógica.

Para examinar los distintos argumentos es necesario establecer un esquema de análisis, esto mostrara si el argumento es válido o no, de tal forma que se tome en cuenta a las razones en las que se apoyan y en qué medida estas sostienen a la conclusión.

La cuestión que plantea Toulmin va desde la presentación misma del argumento, cómo debe presentarse el argumento para hacer explicitas las bases que sustentan su posible validez. 

Además se trata de comprender en qué sentido la aceptación o el rechazo de un argumento se condiciona por sus méritos o defectos “formales”.

Existen dos modelos de argumentos, el matemático y el legal. La forma lógica de un argumento válido es comparable a una relación matemática, esto es, en el sentido de una figura geométrica. O, caso muy distinto, un argumento válido puede establecerse como el seguimiento de una serie de pasos, que siguiendo una serie de formalidades llega a presentar una conclusión que deba ser aceptada si no hay objeciones al procedimiento. 

Ambos son los modos en los que se presentan los argumentos, la forma lógica quizás puede llegar a tomar en cuenta ambos aspectos, cuya presentación formal dependa del caso específico que se tome en cuenta. Una estructura geométrica (forma lógica) o una estructura legal (esquematización).



Son dos aspectos para establecer la validez de algún argumento, por un lado como un procedimiento sujeto a ciertas formalidades; por otro lado, un argumento que se presente y se establezca como una forma geométrica, siendo simple y directo en su forma. Se puede considerar que todo argumento válido pueda ser presentado de una forma simple, como una configuración geométrica simple, pero de qué manera esta configuración geométrica garantizaría a su vez la validez del procedimiento. Suponiendo que esta formulación de los argumentos sea posible, hay que saber de qué manera esto contribuye a hacerlos más contundentes.

Estos son los problemas que se estudiaran a lo largo de esta investigación.
Lo primero es considerar el objetivo práctico de la lógica aplicada, comenzando por clarificar las características que necesita tener la estructura de los argumentos para ser transparente desde un punto de vista lógico. Para lograrlo, veremos dos cosas, primero las cuestiones en el establecimiento de una conclusión. Y segundo el llamado silogismo.Del silogismo 

Aristóteles expuso que el análisis de la estructura de los argumentos se puede estudiar a partir de un planteo muy simple. Premisa mayor, premisa menor, por tanto, conclusión.
Este análisis plantea nuevos problemas. Las tres categorías en las que se dividen los argumentos pueden resultar muy reducidas, induciendo a errores en su interpretación. Cabe preguntarse si hay similitudes suficientes en las premisas mayor y menor como para agruparlas en un mismo término único de “premisa”.

Al no estar de acuerdo con una presentación tan simple del análisis del argumento Toulmin plantea la necesidad de ser más sutiles, de incluir más elementos que hagan posible un análisis a un nivel mucho más profundo por eso expone el proceso legal, haciendo referencia a su forma de abordar una conclusión y en general de presentar un argumento con más fuerza.
La naturaleza de un proceso legal solo puede ser adecuadamente entendida si se traza un abundante número de distinciones. Siguiendo esta línea Toulmin se pregunta si acaso no pasa lo mismo con todos los argumentos racionales, que requieran un esquema que contenga muchas distinciones.

Las conclusiones se alcanzan mediante una serie de pasos, un procedimiento que se hace explicito cuando se aducen las razones o premisas que sostienen a la conclusión. En el momento que hacemos una afirmación es porque tenemos en mente algún hecho que la apoya es nuestra “evidencia”. Si aseveramos algo es gracias a que ante cualquier interrogante, o duda acerca de nuestra afirmación, puede ser debatida por medio de algún hecho que la confirme.

Las diferencias de las funciones que pueden tener los enunciados, en términos de esquema y en términos de formalización, la naturaleza de la distinción, tiene que ver con la manera en la que se tratan los argumentos.

La propuesta de Toulmin, la esquematización.
Los términos que se mencionan son los necesarios para componer un esquema que permita analizar argumentos.
Entonces, tenemos:

Datos:
Son los hechos que confirman una conclusión.

Conclusión:
Aseveración que podemos apoyar, si es que hemos hecho bien nuestro trabajo.

Garantías:
Son generales y aseguran la validez de todos los argumentos del tipo correspondiente, por lo que se establecen de forma diferente a los elementos de justificación que damos como datos.
Demostrar que los datos y la conclusión están conectados, es decir, que se pruebe que de los primeros se puede pasar apropiadamente a lo segundo. Son los enunciados de carácter general, o hipotético, que actúan como puente entre uno y otro. Estas tipos de enunciaciones son las garantías, como las llama Toulmin.

Sin embargo, una garantía puede servir no solo para autorizar un paso en un argumento, también puede utilizarse como un dato bajo otros contextos. Solamente los distinguimos cuando vemos que desempeñan dos funciones lógicas distintas, como queda en contraste en las siguientes oraciones: “Siempre que A, se ha hallado que B” y “Siempre que A, puede entenderse que B”.

Los términos modales.
También se debe de manifestar la fuerza con la que los datos, que aceptan una garantía, están cimentando nuestra conclusión. Esto porque la garantía a veces no alcanza para asegurar la validez de todos los datos a menos que se trate de datos apropiados. En dicho caso se utilizara el adverbio “necesariamente”. Otras veces, las garantías aunque nos permiten dar el paso de los datos a la conclusión, lo hacen con reservas, bajo condiciones, excepciones o matices. En este caso se utiliza el término modal de “probablemente” o “presumiblemente”. Por lo quedan formulados lo que Toulmin engloba como (M) matizadores modales y (E) las condiciones de excepción o de refutación.

La dependencia del campo o variabilidad (R):
Puede que alguien no esté satisfecho con aceptar que las garantías justifican el paso de los datos a la conclusión, y que se cuestionen mediante un caso en particular a la generalidad de la garantía. Qué justifica a la garantía, es una pregunta que depende directamente del campo en el que estamos tratando, puede ser moral, legal, matemático. Donde cada garantía se construye y justifica de distintas maneras, y a veces está sujeto a variación.


Este es el esquema que ofrece Toulmin para analizar argumentos:



Tenemos una afirmación, que se apoya en datos. Esta relación se simboliza con una flecha, esta flecha también indica lo que nos permite pasar de estos a la afirmación, paso que permite la garantía.El esquema como vemos aquí pone de manifiesto, o registra explícitamente, el paso de los datos a la conclusión. Además permite distinguir entre datos y garantías por el mismo hecho de que a los datos se recurre explícitamente, mientras que a las garantías implícitamente.

Hay que establecer los conceptos de cada uno de los términos, el esquema muestra la relación que hay entre los diversos términos. La forma en la que se comunican esta puesta como esquema, y posibilita una posible comprensión del modo en el que se establece un argumento, la manera en la que se sostiene y, en general como establecer un argumento.

Ejemplos.
De presentación formal:
Todos los perros son carnívoros.
Los perros afganos son perros.
Por lo tanto, los perros afganos son carnívoros.


Ahora bien, en base a estos esquemas hay algunos puntos que toca Toulmin
No nos basta solamente por la forma para considerar que algo es una ley. Necesitamos algo más que un enunciado general, como “todos los cuerpos son negros” ¿es una ley? o ¿es una información? Cuando lo esquematizas encuentras la necesidad de ver cuál es el respaldo. Yo quiero que lo general tenga un carácter irrestricto (a través del tiempo y el espacio), eso es lo que diferencia la ley de un simple hecho o información.
Leyes o garantías son para nosotros, algo como “no mataras”. Nos preguntaríamos bajo qué condiciones, es posible asesinar bajo condiciones que se contextualizan. Como en un estado de guerra.
La ley, es lo general más el carácter irrestricto (a todo tiempo y espacio). Yo aceptare lo que sea general no solo por su forma, como pasa en “todos los cuerpos son negros” tiene una forma general pero no la aceptamos como una ley.
Todos los cuerpos caen, es una garantía no es una ley. Modulo la aplicación y puedo establecer que solo es en la Tierra o con una atmosfera. Viendo las condiciones en las que las garantías son aplicables veo que no son irrestrictas, pero son un respaldo de los datos.
El dato puede hacer uso de una garantía implícitamente. Cuando hacemos el paso de los silogismos a la esquematización vemos los problemas. Esto es lo que aporta Toulmin, la necesidad de una análisis más preciso, no solo “formal”.

Bibliografía:
Stephen E. Toulmin, “Los usos de la argumentación”, Trad. María Morrás y Victoria Pineda, Barcelona, Ed. Península, 2007

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