¿Quién gusta una fría?

Por: Aaron Guerra

@reuguerlewis

La industria cervecera en su modalidad artesanal empieza a tener un auge dentro de los mercados locales, siendo ésta la oportunidad de tener un negocio rentable y sustentable.

Del mismo proceso se pueden obtener frutos, como del lúpulo utilizado, se desprenden proteínas que sirven como abono “en Francia, por ejemplo, se utiliza para cultivar champiñones, porque el lúpulo húmedo favorece su crecimiento en el interior de unas cuevas”, ha explicado Castro, maestro cervecero de la empresa Cibeles.

En la actualidad, muchas localidades de Francia, Bélgica y Alemania disponen de su propia modalidad de cerveza artesanal, un sello de identidad para  algunos emprendedores.

 “La cerveza artesana es totalmente distinta a la tradicional, porque se hace todo a mano: molemos, maceramos, cocemos y fermentamos”, ha destacado, Carlos Jiménez, responsable del embotellado de la empresa Domus  de Toledo.

Ahora podemos ver microempresas que distribuyen su producto a diferentes partes, ya sea a un nivel local, nacional o hasta Internacional. Resulta atractivo ese mercado, ya que ciertos modelos de producción te permiten ser renovable. Por ejemplo, “los huesos de aceituna sirven como fuente de energía para las propias máquinas de hacer cerveza”.

Además es un sector en auge que llega al consumidor a través de diferentes canales: venta directa, venta online o mediante catas, cursos o talleres para fabricar cerveza en casa.

Así que la próxima vez que vayas a una tienda por una cerveza,  intenta ir más allá de la pura compra y venta, ya que puedes abrirte un campo donde puedes  obtener sustentabilidad, calidad y sobre todo, una gran variedad, ya que por  lo menos en estas tiendas donde venden cerveza artesanal encontrarás más de doscientos tipos.