lunes, 21 de abril de 2014

Sobre la autorrealización

Por: Degel Mart

En el libro Laberinto de la soledad, Octavio Paz nos presenta una descripción nítida sobre la percepción del mexicano; en el capítulo, “Máscaras mexicanas” nos comparte que “el mexicano se aparece como un ser que se encierra y se preserva… en suma, entre la realidad y su persona establece una muralla…el mexicano siempre está lejos, lejos del mundo y de los demás. Lejos, también, de sí mismo”.

Sobre esta misma línea el psicoanalista, psicólogo social y filósofo humanista Erick Fromm en Ética y Psicoanálisis menciona un aspecto sobre los tipos de carácter, en donde explica en su análisis las diferencias entre las orientaciones improductivas y las productivas; es precisamente la orientación receptiva la que es de prioridad mencionar en este ensayo.

En la orientación receptiva, la persona siente que “la fuente de todo bien” se halla en el exterior y cree que la única manera de lograr lo que desea  -ya sea algo material, sea afecto, amor, conocimiento o placer- es recibiéndolo de esa fuente externa.

¿Será que la mayoría de nosotros buscamos una fuente externa para nuestro bienestar interior?
¿El mexicano será tan alejado que se ha olvidado hasta de sí mismo?

 Precisamente este tema entra en las necesidades del  ser humano para su propia autorrealización, la búsqueda de sentido y de pertenencia. Hay un aspecto importante que analiza el psicólogo estadounidense Abraham Maslow en su pirámide, respectivamente en el último escalón de ella, en la que refiere a la necesidad de autorrealización. 



A continuación se describen las características de las personas autorrealizadas a partir del análisis de la autorrealización que menciona Maslow:

-        Percepción más eficiente de la realidad. Las personas autorrealizadas tienen más facilidad para detectar la falsedad, no sólo en las personas sino también en la literatura, en el arte y la música.

-        Aceptación de sí mismos, de los demás y de la naturaleza. Estas personas tienen un buen apetito para la comida, les gusta dormir y el sexo; no son demasiado críticos con sus propios defectos y no están agobiados por una excesiva ansiedad y vergüenza. Aceptan a los demás y no se sienten amenazados por sus virtudes. Aceptan la naturaleza incluida la humana tal como es y no esperan la perfección en sí mismos ni en los demás. Son conscientes que las personas sufren, envejecen y mueren.

-        Espontaneidad, sencillez y naturalidad. Las personas así, por lo general llevan una vida sencilla, en el sentido de que no tienen necesidad de crear una fachada para engañar al mundo. No tienen presiones, miedos o vergüenza de expresar su alegría, turbación, euforia, pena, enfado o alguna otra emoción profunda.

-        Interés por los problemas más allá de sí mismos. Las personas no autorrealizadas son egoístas y tienden a considerar todos los problemas del mundo en relación consigo mismas. Las personas autorrealizadas adoptan un enfoque orientado a cumplir objetivos y se interesan por los problemas más allá de sí mismos. Su percepción realista les permite distinguir claramente las cuestiones de la vida que tienen importancia de las que no la tienen.

-        Necesidad de intimidad. Las personas autorrealizadas tienen una capacidad para distanciarse de los demás que les permite estar solos sin sentir soledad. Se encuentran a gusto tanto en presencia de otras personas como solos.

Como ya han satisfecho sus necesidades de amor y pertenencia no sienten una necesidad desesperada de estar rodeados de otras personas pudiendo disfrutar de su soledad e intimidad.

-        Las personas autorrealizadas pueden considerarse distantes o indiferentes pero su falta de interés se limita en las cuestiones secundarias, tienen un interés general en el bienestar de los demás y no se entretienen en problemas insignificantes. Como gastan poca energía intentando impresionar a los demás o esforzándose por conseguir amor y aceptación tienen más capacidad para tomar decisiones responsables. Se valen por sí mismos y se niegan a observar las convenciones que la sociedad intenta imponerles.

-        En el aspecto de autonomía, las personas autorrealizadas son autónomas y dependen de sí mismas para su crecimiento aunque, en algunos momentos del pasado necesitaron amor y seguridad de los demás. Nadie nace siendo autónomo. Apreciación permanente de las cosas buenas de la vida. Las personas autorrealizadas tienen admirable capacidad de apreciar una y otra vez de manera natural e ingenua las cosas buenas de la vida mostrando admiración, placer, asombro e incluso éxtasis.

Podemos aprender, con lo antes mencionado, que para lograrlo es necesario vivir la experiencia de conocernos a nosotros mismos. Es importante ser conscientes y congruentes con nuestros actos, volvernos autorresponsables de las circunstancias que nos atañen día a día en nuestras vidas y tomar la iniciativa de compartir con el resto de la sociedad; no podemos desvincularnos de los demás puesto que somos seres sociales, en ese sentido quiere decir que en la medida en que me haga cargo de mi autorrealización el mundo será diferente enriqueciéndose la realidad de diferentes perspectivas de cada uno de nosotros.



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