Por: Redacción
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El capítulo 61 del manga de Dragon Ball Super ya vio la luz
y en él se pudo ver el desenlace de la batalla entre Moro y Vegeta, quien
apareció de último momento, cuando Gokú fue vencido por el nuevo villano.
Vegeta comenzó a atacar con firmeza sin aparentes resultados
en los primeros momentos; sin embargo, no se rindió y poco a poco comenzó a
verse en ventaja. Gokú y sus amigos pudieron advertir lo que estaba sucediendo
y fue así como Kakarotto descubrió cuál era la nueva técnica aprendida por el
príncipe de los saiyajin.
Vegeta aprendió La partición forzada del espíritu, una
habilidad que permite despojar a un individuo de las energías que robó,
absorbió o con las que se fusionó; de esta forma, logró quitar a Moro todo el
ki del que se hizo desde su escape de la Prisión Galáctica.
Pícoro pudo darse cuenta que Vegeta ya no luchaba por orgullo
sino para redimirse de sus pecados del pasado, lo cual ayudó a que incrementara
también su poder de pelea, aunque el príncipe de los saiyajin ocultó esos
motivos alardeando de su nuevo poder y de haber superado a Gokú.
No obstante, Vegeta pagó por el exceso de confianza, tal y
como alguna vez le sucedió a Gokú con Freezer, por tanto, cuando iba a derrotar
a Moro, este aprovechó para huir a su nave, donde tenía su as bajo la manga:
absorbió al único integrante de su ejército que quedaba, así recuperó su fuerza
y la superó, para dejar al saiyajin noqueado con un solo golpe.
Ahora, los Guerreros Z están en el mayor de sus problemas,
pues los entrenamientos de Gokú y Vegeta no fueron suficientes para derrotar a Moro
y la vida en el Universo 7 pende de un hilo. Pero esta historia continuará
cuando sea publicado el capítulo 62 del manga de Dragon Ball Super.
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