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sábado, 9 de noviembre de 2013

Del terrorismo al terror de Estado

Por Aaron Guerra

@reuguerlewis




Para cualquier fenómeno, el punto decisivo en el terrorismo es la representatividad, así como también la batuta del liderazgo de un movimiento o grupo. La nueva retórica de la guerra desempeña dos funciones: niega la conexión de los terroristas con la auténtica rebelión, y responsabiliza de sus actos al gobierno que los abastece, entrena o utiliza. Desde una perspectiva, la guerra siempre ha sustituido la política, los acuerdos, y este es el caso del terrorismo, que tiene efectos colaterales con civiles inocentes.

El terror es utilizado para lograr el derrocamiento del gobierno existente. También es el utilizado después de haber conseguido la victoria, y ese pánico es utilizado por las víctimas para convertirse en opositores.

A lo que inicialmente se considera terrorismo de Estado, será cuando éste suspenda los procedimientos legales normales o declare la ley marcial para acabar con sus enemigos. Por su parte el movimiento guerrillero o terrorista se puede glorificar cuando la resistencia individual se dé por injusticia de parte de la autoridad y en su caso, algunos de los terroristas se podrán considerar como mártires.

Algunos reflexionaron que después de muchos eventos latinoamericanos y europeos en los años de 1960 a 1990 el terrorismo se estaba volviendo un mal endémico en una era revolucionaria: lo que hace malos a los terroristas no es el hecho de que recurran a la violencia, sino que recurran a ésta contra formas de vida política que han sido constituidas para abolir la represión violenta, intelectual y moral.

En ocasiones, el terrorismo puede ser beneficioso para ayudar a derrocar dictaduras y a veces lograr liberar un territorio de la ocupación extranjera, con frecuencia ayuda a los nacionalistas conservadores a apoderarse y conservar el poder. Algunos  Marxistas sostienen que la violencia política se justifica sólo cuando produce la liberación de las masas, y la liberación de las masas requiere la acción de las masas y no de la delegación del poder bélico, además de que la acción individual será inútil para la liberación del proletariado.

Los marxistas sostienen que la violencia puede ser  la única prerrogativa de los grupos en el poder, y que de estos se puede distinguir entre buena o mala. Además se insiste en que los movimientos políticos, incluyendo a los violentos, manifiestan cambios en las relaciones en el interior de las clases sociales, y por último, utilizan  la experimentación de la guerra o una revolución como una  confrontación en estado embrionario para explotar la violencia entre pequeños grupos, y en consecuencia, la  acción de masas.














Las causas del terrorismo moderno
Las causas principales que manejan estudiosos del tema del terrorismo son cuestiones socioeconómicas, principalmente, pero investigar cuáles más hay, ayudaría a proponer más elementos que los terroristas consideran para su cometido.  Así mismo, también hay causas “patológicas, psicológicas”, que equivalen a suponer que los terroristas simplemente son fanáticos irracionales que producen en la historia, el desorden que existe en sus mentes.

Los estudiosos y periodistas estadunidenses han propuesto dos explicaciones sobre las causas: basados en la teoría de “sociedad permisiva” sostenida por liberales y de centro y la “red roja” sustentada por escritores conservadores. Los dos aciertan y se equivocan en lagunas cosas, es cierto que hay una  red de extremistas “terrorismo internacional” y que estas organizaciones son apoyadas por la URSS (Redes Rojas), así como también, que tienen más posibilidades en el seno de una sociedad democrática que en una dictadura.

Por eso, de forma general,  donde nos  lleva el texto, se debe pensar que las causas del terrorismo son: por factores económicos, sociales, políticos, y psicológicos, pero lo realmente importante es que no existan redes terroristas. Sin embargo, siguen existiendo y no se logran erradicar a pesar de que se eliminan sus fuentes de abastecimiento.

Una parte a considerar, es la vinculación, un término obscuro y negativo, y que   por  lo que se puede decir  e interpretar,  será  el patrocinio activo de un acto terrorista específico, hasta ser cómplice. El gobierno oculta información,  la cual puede ser de ayuda para acabar con ciertos grupos terroristas,  pero se omite tal información, o también la creación de armamento o la venta de éste propician tales actos  de vinculación.

 La infraestructura del terrorismo son las armas, en algún caso prefieren misiles o armas exóticas, así como también, casas de seguridad, redes de transporte, comunicaciones, personal, dinero (estas últimas las  obtienen internamente)

Para hablar de un avance en la lucha contra el terrorismo, se puede aludir a la organización antiterrorista más eficaz (MOSSAD), sin embargo , el antiterrorismo funciona sólo cuando forma parte de una estrategia política que elimina los lazos existentes entre los grupos violentos y su proveedores internos.

Confrontaciones teóricas sobre una postura positiva y negativa del terrorismo
Carlos Marx menciona que para él, los terroristas son alquimistas de la revolución, que se dedican a los descubrimientos que provocan maravillas revolucionarias, que construyen bombas, máquinas infernales; pero que de igual forma los antiterroristas  también podrían ser alquimistas,  ya que van en contra del terrorismo y  la guerrilla.
Según red roja, decir que el terrorismo florece en sociedades permisivas, en realidad no da pie a los orígenes del fenómeno; más bien, supone que los impulsos terroristas son algo latente en la sociedad, que están a la espera de sólo poder materializarse (es decir, que esto sólo se da bajo ciertas condiciones, como la violencia política, la historia, doctrinas de brigadas rojas, culturas distintas, represión, etc.

Ahora pasemos a la guerrilla y al terrorismo. Se puede lograr predecir su fin, esto debido a sus orígenes. Cualquier potencia extranjera puede contar con cualquier escuadrón de saboteadores que realicen su trabajo, pero lo importante es que estos se inserten en su propio medio social.

Un ejemplo de guerrilla urbana, para el autor, son los cubanos, los cuales se plantearon  como una  apéndice de los combates rurales, además de activistas, líderes, de los cuales desacreditaron los partidos de izquierda cubanos, y lograron hacer una unión más allá de solo grupos, sino de una masa.

Lo que hace particular a la guerrilla, es la unión con la masas,  ya que sin ellas quedan deslegitimados por la gente, además se tiene que sobrevivir a la guerra sucia, como fue en el caso de  Argentina. En América latina, surgieron los grupos por la desesperación,  y la combinación de esperanza, además de buscar cambios sociales. Los ideales surgían  por la derrota en la política y en las crisis político-económicas.

Para sintetizar, la guerrilla urbana se observa frecuentemente con la intensidad y frecuencia con que se lleva a cabo, lo que tendrá poco que ver con la democracia y totalitarismo del entorno, por el contrario mucho que ver con las tradiciones y las condiciones sociales de la inteligencia nativa.


El hecho de que intelectuales jóvenes se involucren en la esperanza y la desesperación depende de numerosos factores, de los cuales, los más importantes son el agrado de la integración del conocimiento en la sociedad, la disponibilidad de carreras administrativo gerenciales y de las oportunidades de cambios reales y significativos. 

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